Con la llegada el primer día del año 2025, el espacio Schengen de libre circulación en Europa cuenta con dos miembros nuevos, Rumanía y Bulgaria, que se han incorporado después de una década de espera y de superar el veto por parte del gobierno austríaco. De madrugada, los ministros del interior rumano, Catalin Predoiu, y búlgaro, Atanas Ilkov, han celebrado la eliminación del control fronterizo en el paso Giurgiu-Ruse, al paso del río Danubio. "Es un momento histórico, lleno de significaciones políticas, pero también con consecuencias prácticas especiales para cada uno de los ciudadanos rumanos, para las empresas rumanas y búlgaras, para las empresas que operan en los dos países, para nuestros países y para Europa", ha afirmado Predoiu.
Por su parte, Ilkov ha destacado la cooperación entre los dos países para alcanzar este objetivo común: "Quiero recordar que entre Rumanía y Bulgaria ha existido más que una confianza institucional, hemos sido socios de verdad, y por eso podemos celebrar este momento". Los dos países entraron en la Unión Europea en 2007, pero no fue hasta 2022 que recibieron el visto bueno de la Comisión Europea para entrar en el espacio Schengen, y todavía tuvieron que esperar dos años más a causa del bloqueo de Austria, ya que el gobierno de ese país consideraba que no había suficiente protección de las fronteras exteriores de la UE para frenar la inmigración irregular, un escollo que no se ha podido superar hasta que después de dos años de negociaciones y una mejora de las medidas de seguridad, Austria levantó el veto. Para conseguir el aval austríaco, Bulgaria tuvo que invertir unos 130 millones de euros adicionales en detectores de movimiento, cámaras térmicas, lanchas patrulleras y vehículos todo terreno para aumentar la vigilancia sobre su frontera con Turquía.
Asimismo, hace falta recordar que en abril pasado, Bulgaria y Rumanía ya dieron un primer paso para acceder parcialmente al espacio Schengen con la supresión de los controles fronterizos para el tráfico aéreo y marítimo, pero hasta el cambio de año se han mantenido los controles terrestres. Con todo, una vez eliminados los pasos fronterizos, los dos gobiernos han acordado que durante los próximos seis meses se realizarán controles aleatorios con el objetivo de prevenir riesgos de seguridad contra que podrían surgir a consecuencia de cambios en los flujos migratorios una vez eliminados los controles permanentes. En todo caso, se prevé que a partir del 1 de julio los pasos fronterizos dejen de funcionar, aunque seguirá habiendo controles aleatorios hasta 30 kilómetros frontera adentro, tal como pasará a partir de este 1 de enero entre Bulgaria y Grecia.