Confusión sobre un posible ataque a Moscú. Ucrania habría intentado el martes por la noche atacar con drones el Kremlin. Así lo ha denunciado este miércoles la Presidencia de Rusia, que ha amenazado con medidas de represalia. "Esta noche el régimen de Kyiv intentó golpear con vehículos aéreos no tripulados la residencia del presidente de la Federación Rusa", ha dicho el Kremlin en un comunicado publicado a su página web.
Según la Presidencia rusa, "dos drones se dirigían al Kremlin" y "como resultado de las acciones oportunas tomadas por los servicios militares y especiales que utilizan sistemas de lucha radioeléctrica, los dispositivos estuvieron inutilizados". Los drones y sus fragmentos han caído no obstante al recinto del Kremlin, sin que causaran víctimas ni daños materiales, han asegurado.
El Kremlin habla de un ataque terrorista
El Kremlin considera "estas acciones como un ataque terrorista planificado y un atentado contra la vida del presidente de la Federación Rusa, perpetrado la víspera del Día de la Victoria y del desfile militar del 9 de mayo, en que está prevista la asistencia de invitados", ha señalado. El único presidente extranjero que ha confirmado su asistencia a la celebración en la plaza Roja es el líder kirguís, Sadir Zhapárov.
El Kremlin ha asegurado que Putin "no ha resultado herido" y que "sigue trabajando como de costumbre". Eso sí, la Presidencia ha advertido que Rusia "se reserva el derecho de tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno". El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha constatado que el desfile militar en la plaza Roja se mantiene tal como estaba previsto.
Día de la Victoria: ¿qué pasará?
Si bien es cierto que el Día de la Victoria se ha celebrado fuerza en Rusia, con la llegada de Vladímir Putin al poder, este día se ha convertido en una demostración de fuerza de las tropas y el equipo militar, así como en una oportunidad para recordar los sacrificios de la Segunda Guerra Mundial. Veintisiete millones de ciudadanos soviéticos murieron, la pérdida mayor de cualquier país, en lo que los rusos denominan la Gran Guerra Patriótica.
El desfile del Día de la Victoria se celebró ocasionalmente en la era soviética y el presidente Boris Yeltsin lo revivió para el 50.º aniversario el año 1995, pero fue Putin en el 2008 quien lo convirtió en un acontecimiento anual con material militar. La identidad rusa se ha creado en gran manera con el Día de la Victoria de fondo. Además, durante años ha servido para que Rusia haya podido demostrar la estética y poder militar. Por lo tanto, es una oportunidad para que el Kremlin demuestre su último armamento.