Rusia ha prometido represalias después de haber abatido ocho misiles ATACMS de fabricación norteamericana disparados por Ucrania el sábado por la mañana. Moscú ve el uso de estos misiles, que tienen un alcance de hasta 300 kilómetros, y lo ven como una "escalada importante" en el conflicto. En el comunicado del Kremlin aseguran estos han sido destruidos en la región de Leningrado al noroeste y uno a Kursk, donde Ucrania ya lanzó un ataque sorpresa a finales del verano pasado, y que habrían derrocado los sistemas rusos S-400 y Pantsir-SM.
Las defensas antiaéreas rusas han abatido ocho misiles balísticos junto con 72 vehículos aéreos no tripulados (UAV), según el Ministerio de Defensa de Rusia. Añadió que "estas acciones del régimen de Kyiv, que cuenta con el apoyo de comisarios occidentales, tendrán represalias". Mientras tanto, Rusia ha lanzado un total de 81 drones en Ucrania durante la noche del viernes al sábado, según el mando de la Fuerza Aérea de Ucrania, incluidos los drones Shahed fabricados iraníes y "varios tipos de drones de imitación".
Los militares rusos también han informado de la toma de control sobre la localidad de Nadiua, en la región de Luhansk, la primera conquista en esta zona en mucho tiempo, siente la vecina Donetsk el escenario principal de combates entre las tropas de los dos bandos. Nadiua es una pequeña aldea conquistada al inicio de la guerra por las fuerzas rusas y reconquistada por Ucrania en octubre de 2022. Al mismo tiempo, los principales combates todavía se entregan ahora a Donetsk, donde las fuerzas rusas buscan completar el cerco en torno al bastión de Pokrovsk.
El centro de Pokrovsk está ahora mismo bajo una presión creciente de Rusia, a medida que las fuerzas ucranianas pierden terreno en el sur y en el este de la ciudad. En Ucrania la preocupación se centra en el hecho de que la administración norteamericana entrante de Donald Trump pueda recortar la ayuda militar vital, después de que haya prometido acabar con el conflicto. Lejos queda ya el apoyo incondicional de Joe Biden, en que incluso dio el visto bueno a los misiles de largo alcance.
Biden aprobó el uso de ATACMS en Ucrania por la escalada de Rusia
El presidente de los Estados Unidos saliendo, Joe Biden, aprobó el uso de ATACMS por parte de Kyiv en noviembre, diciendo en parte que era como respuesta a la expansión del conflicto de Rusia mediante el despliegue de tropas norcoreanas. Su homólogo ruso, Vladímir Putin, amenazó entonces en responder a los ataques ucranianos mediante los ATACMS con el nuevo misil balístico de Rusia con capacidad nuclear, el Oreshnik.
Putin sugirió que se podría disparar a la capital Kyiv como "prueba de los sistemas de defensa aérea suministrados por Occidente". Hoy por hoy, el primero y único lanzamiento del arma experimental apuntó a la región de Dnipró de Ucrania la mañana del 21 de noviembre.