Rusia gana la batalla más intensa hasta ahora en Ucrania. Tras ochenta y seis días de fuertes bombardeos en Mariúpol, finalmente Moscú ha declarado la victoria total este sábado cuando ha conseguido coger el control de la acería Azovstal, último reducto de la resistencia ucraniana en la ciudad portuaria. Por su parte, Kyiv ya ha ordenado a los soldados supervivientes que pueden abandonar la planta y "salvar sus vidas", aunque la gran mayoría han sido hechos prisioneros. Según la versión del Kremlin, los últimos militares atrincherados en la acería ya se han rendido. Con eso, se espera que las fuerzas rusas que hacía tanto tiempo que asediaban la ciudad se recojan y se trasladen al frente prioritario en la invasión: el Donbás, donde la guerra se podría alargar. Esta victoria de los rusos es la más significativa desde que empezó la invasión del país vecino. Por su parte, el gobierno de Volodímir Zelenski ha denunciado que Moscú estaría deportando a centenares de civiles de Mariúpol en 'puntos de alojamiento temporales' repartidos entre los lugares más remotos de la Federación rusa, o enviándolos a 'campos de filtración' situados en la misma Ucrania.

Cae Mariúpol

El triunfo de Rusia a Mariúpol es el éxito mayor conseguido en los últimos tres meses de conflicto bélico. Una vez han capturado esta ciudad bañada por el mar Negro, las agencias de inteligencia militar creen que Moscú apostará por asediar el resto del Donetsk y Lugansk. Más concretamente, el ejército ruso estaría creando líneas defensivas secundarias en el frente sur, preparándose para una guerra larga que se podía enquistar en el país durante meses. La inteligencia británica considera que las tropas que rodeaban Mariúpol necesitarían más tiempo para reagruparse y reequiparse como es debido, pero la presión sufrida por los comandantes rusos a raíz de los escasos triunfos en Ucrania los podrían hacer actuar irracionalmente y enviar soldados desgastados en el Donbás.

Soldados rusos registran a los militares ucranianos que acaban de capturar en la acería Azovstal, en Mariúpol / Efe

Deportaciones masivas

Después de la caída de Mariúpol y la orden militar de rendición, las autoridades locales han denunciado deportaciones forzosas de la población civil hacia Rusia. "Mariúpol. Por primera vez podemos ver cómo se lleva a cabo la deportación", ha escrito Petró Andryushchenko, asesor del alcalde de la ciudad, en un mensaje en Telegram, acompañado de un vídeo que muestra una aglomeración de personas y un autobús. "Llegan los autobuses y se anuncia la evacuación", explica el asesor, y agrega que "solo después de subir se le dice a la gente que el autobús se dirige al pueblo de Bezimenne, distrito de Novoazovsk, y después en Rusia". "Los militares rusos y los voluntarios oficiales impiden cualquier intento de abandonar un asiento y rechazar la evacuación. Siglo XXI. En el corazón de Europa. Deportación de civiles. El surrealismo se ha hecho realidad en Mariúpol", lamenta. El asesor informó ayer de que 416 residentes de Mariúpol habían sido llevados a un campo de filtración en el pueblo de Bezimenne en un día, incluidos 46 niños. Además, 512 personas fueron deportadas en Rusia después de los procedimientos de filtración.