Las autoridades prorrusas en Jersón siguen pidiendo a la población que abandone la región ante la contraofensiva ucraniana. Según los datos de las autoridades rusas que ocupan la región, en la última semana 25.000 personas han sido evacuadas. A esta respuesta al avance de las tropas de Ucrania, se le suma las nuevas acusaciones del Kremlin a Kyiv. El ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigú, ha afirmado que Rusia está preocupada por la posible creación de una bomba sucia por parte de Ucrania, una acusación que ha sido negada por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Además de la evacuación de civil, los soldados rusos también estarían retirándose de algunas zonas Jersón, según los informes de Kyiv y algunos analistas occidentales. El ejército ucraniano ha afirmado que "el enemigo ha abandonado por completo las localidades de Charivne y Chkalove -unos 50 kilómetros en el norte de la ciudad de Nova Kajovka, controlada por Rusia y la ribera izquierda del río Dniéper- y los oficiales y el personal médico" han sido evacuados de Berislav, justo delante.
Pero en las zonas donde todavía hay presencia del ejército ruso, este estaría preparándose para recibir el ataque ucraniano. Las fuerzas rusas han transportado "bastante activamente" munición, equipo bélico al margen izquierdo a través de ferris, según la portavoz del Mando Sur de Ucrania, Nataliya Gumenyuk. Además, las autoridades militares ucranianas calculan que entre la movilización rusa de munición y armas también está la incorporación de unos 2.000 reservistas en esta línea de frente.
Acusaciones en plena retirada
"Si Rusia llama y dice que supuestamente Ucrania está preparando alguna cosa, quiere decir una cosa: Rusia ya lo ha preparado todo", ha afirmado Zelenski ante la acusación de Moscú sobre que Ucrania fabrica una bomba sucia, según recopilación The Guardian. El ministro de Defensa ruso ha sido quien ha disparado esta acusación hacia el gobierno ucraniano. Shoigú no ha aportado ninguna prueba de su acusación, la cual ha calificado de "posibles provocaciones de Kyiv".
Una bomba sucia contiene elementos radiactivos, hecho que preocupa a las autoridades ucranianas, ya que temen que el gobierno ruso esté creando una excusa con sus falsas acusaciones para justificar el uso de armas nuclear. Una amenaza que Rusia ha blandido desde el inicio de la invasión. Estados Unidos (EE.UU.), Reino Unido y Francia se han situado junto a Ucrania y han dado hecho que no hay indicios de que el país esté fabricando una bomba sucia. "Nadie se dejaría engañar por un intento de utilizar esta acusación como pretexto para una escalada. De forma más general, rechazamos cualquier pretexto para una escalada por parte de Rusia", ha señalado los tres estados en un comunicado conjunto recogido por Efe.