Rusia, ¿en las puertas de una guerra civil? La respuesta a esta pregunta no es clara, pero lo que está claro es que hay malestar entre dos repúblicas del Caucas Norte: Chechenia y el Daguestán. La tensión se ha disparado esta semana, cuando el líder checheno ha amenazado con matar a un senador daguestaní, según ha anunciado él mismo en Telegram. La cosa es que Ramzán Kadírov ha acusado a tres legisladores rusos de las regiones vecinas del Daguestán e Ingusetia de conspirar para asesinarlo, motivo por el cual él ha respondido con un "enfrentamiento de sangre". Pero todo empezó hace unos meses.

Podemos decir que la semilla del conflicto la encontramos en la fusión entre el Amazon ruso, Wildberries, y otra empresa privada, Russ, que sería propiedad del senador daguestaní y oligarca Suleiman Kerímov. El proceso ha sido tenso y violento, ya que Vladímir Bakalchuk, exmarido de la directora ejecutiva de Wildberries, Tatiana Kim, ha intentado boicotear la operación. Como la mujer recibió el apoyo del presidente ruso, Vladímir Putin, el hombre pidió ayuda a un viejo amigo para intentar parar la fusión: Kadírov, que también es leal a Putin.

Un tiroteo, una conspiración y un "enfrentamiento de sangre"

Así, a mediados de septiembre hubo un tiroteo en Moscú, cerca del Kremlin: varios hombres armados asaltaron una oficina de Wildberries y mataron a dos trabajadores, de etnia ingusetia. Las autoridades detuvieron Bakalchuk y algunos chechenos, acusados de asesinato —aunque todo el rato han rechazado las acusaciones—. Las muertes indignaron al pueblo ingusetio, que han clamado venganza contra sus vecinos. Por otra parte, Kadírov también se ha mostrado molesto por las detenciones y la postura del gobierno ruso, que siempre ha sido muy próximo a Kerímov.

Ahora, el líder checheno se ha sacudido las acusaciones y ha apuntado al senador daguestaní, responsabilizándolo del ataque. Y eso no es todo: lo ha acusado de conspirar con dos diputados de la Duma Estatal, Bekkhan Barakhoev (Ingusetia) y Rizvan Kurbanov (Daguestán). "Hay testigos, personas a las cuales les ordenaron mi asesinato, los preguntaron cuánto querían por una orden", ha denunciado. Es de esta manera que Kadírov ha amenazado a los tres de un "enfrentamiento de sangre" si no demuestran su inocencia: "Si no demuestran el contrario, declararé oficialmente que existe un conflicto de sangre". Se trata de un acto de revancha contra un insulto grave de un enemigo, matándolo a él o a gente de su círculo. Pero Kerímov no se quedará de brazos doblados y podría ser que un conflicto que había empezado como una cosa privada pueda acabar en una escalada interna de chechenos contra daguestaníes.

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