El teléfono personal de la ex primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, fue hackeado el pasado verano cuando todavía era la titular de Exteriores, según reveló este sábado el tabloide Mail on Sunday. Los ciberespías, que según el diario, trabajan para el presidente ruso Vladímir Putin, interceptaron varios mensajes confidenciales entre Truss y políticos internacionales, así como intercambios con Kwasi Kwarteng, a quien semanas más tarde designaría como su ministro de Economía. Un portavoz del Ejecutivo ha rehusado manifestarse sobre casos "individuales", mientras que los partidos de la oposición han exigido una investigación sobre la presunta filtración de información secreta.
Hackeig ocultado por Boris Johnson
El Mail on Sunday asegura que el robo de mensajes se descubrió este verano, pero el entonces primer ministro Boris Johnson y su secretario de gabinete, Simon Case, lo ocultaron para evitar que se divulgara. Un portavoz oficial del Ejecutivo ha defendido este domingo que "el gobierno mantiene sistemas robustos de protección contra ciberataques que incluyen sesiones informativas regulares sobre seguridad con ministras, en las cuales se les ofrece consejos para proteger sus datos personales." Por su parte, el ministro del gabinete, Michael Gove, ha asegurado que "no conozco todos los detalles de qué violación de seguridad ha habido". Preguntado sobre los informes que la supuesta violación fue encubierta por el secretario del gabinete, Gove ha afirmado: "Estoy seguro de que Liz, tanto como secretaria de Asuntos Exteriores y como primera ministra, habrá seguido el consejo que le dieron las comunidades de inteligencia y seguridad".
La responsable de Interior de la oposición laborista, Yvette Cooper, ha afirmado que "existen serias dudas sobre por qué y como esta información se ha podido filtrar, que tienen que ser investigadas con urgencia". Cooper ha insistido en la gravedad del acto, "un ataque como este, perpetrado por un Estado hostil, plantea cuestiones inmensamente importantes para la seguridad nacional que se tienen que tomar extremadamente de verdad por parte de nuestras agencias de inteligencia y seguridad". Según fuentes consultadas por el tabloide, los hackers descargaron las conversaciones que había mantenido Truss durante un año, que incluían intercambios con ministros de Exteriores extranjeros sobre la guerra de Ucrania, incluidos detalles sobre envíos de armas en Kyiv.
La oposición exige una investigación
La oposición laborista británica ha pedido al gobierno de Rishi Sunak que investigue la veracidad sobre lo que se ha revelado en este reportaje. La portavoz de Exteriores del partido Liberal Demócrata, Layla Habiten, también ha pedido una investigación sobre este tema no solo de la infiltración, sino del silencio informativo presuntamente ordenado por Johnson y su jefe de gabinete, "porque como resulte que esta información fue retenida para proteger la campaña de Truss, nos encontramos ante una situación imperdonable".