El ejército de Ucrania ha denunciado este jueves que durante la noche Rusia ha lanzado un misil balístico intercontinental por primera vez durante la guerra. La fuerza aérea de Ucrania ha afirmado que el lanzamiento ha tenido lugar desde la región de Astrakhan de la Federación Rusa, una zona al sureste de Volgogrado, que limita con el mar Caspio. Las autoridades ucranianas han asegurado que este ataque ruso apuntaba a "empresas e infraestructuras críticas en la ciudad de Dnipro".
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Las primeras informaciones sobre el ataque apuntan a que Moscú habría lanzado un misil balístico intercontinental, otro misil aerobalístico Kh-47M2 Kinzhal y siete misiles de crucero Kh-101. Las defensas ucranianas han podido derribar seis de los siete misiles de crucero, pero no han interceptado el misil balístico intercontinental ni el Kinzhal, que son dos de los misiles más sofisticados del arsenal ruso. Según el comunicado de la fuerza aérea ucraniana, los misiles no derribados no causaron daños "sustanciales".
Este ataque se produce después de que Ucrania empiece a utilizar misiles de largo alcance de los Estados Unidos y el Reino Unido para atacar territorio ruso. Desde que la Administración de Joe Biden dio luz verde al uso de sus misiles ATACMS y abrió la puerta para que otros aliados de Ucrania hicieran lo mismo, Rusia ha prometido responder. De hecho, debido al peligro de un ataque masivo ruso, el pasado miércoles varias embajadas en Kyiv cerraron sus puertas.
El Kremlin denuncia una escalada
Por su parte, este jueves, el Kremlin ha insistido en denunciar una escalada de las hostilidades de Ucrania y sus aliados después de los últimos ataques sufridos. "Tiene lugar una nueva escalada. La postura de la Administración saliente (en los Estados Unidos) es muy irresponsable y sigue echando leña al fuego del conflicto", ha afirmado Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Los EE.UU. autorizan más armamento
Además de los misiles balísticos, Biden ha aprobado el suministro de minas terrestres antipersona en Ucrania. Los Estados Unidos esperan que Ucrania utilice las minas en su propio territorio y se han comprometido a no utilizarlas en zonas pobladas por sus propios civiles. Varias organizaciones han denunciado el uso de este tipo de armamento. De hecho, en el año 1997, 160 países firmaron el Tratado de Ottawa, en el que se comprometían a no utilizar estas armas. Sin embargo, los Estados Unidos nunca han firmado este compromiso.