En las últimas semanas, el ejército ucraniano ha tomado la iniciativa de la guerra. Desde finales de agosto, las tropas ucranianas están llevando a cabo una contraofensiva que les ha permitido recuperar 3.800 kilómetros cuadrados de terreno y expulsar las filas rusas de la región de Járkov. En este contexto, y ante la posibilidad que el conflicto bélico que se prolongue en el tiempo, según apunta La Razón, el presidente ruso Vladímir Putin ha decidido retirar sus submarinos de la base militar naval de Sebastopol (Crimea) para trasladarlos a Novorossisk (Rusia).
Inicialmente, las naves del ejército ruso tenían como objetivo conquistar la ciudad portuaria de Odesa, pero no lo han conseguido. Pero no solo eso, sino que, para acabar de remacharlo, las tropas ucranianas cada vez se acercan más a la frontera de Crimea. Delante de este escenario, el Kremlin ha decidido alejar sus submarinos de la base de Sebastòpol por miedo que sean abatidos con misiles.
Durante el comienzo de la invasión de Ucrania al mes de febrero, los observadores detectaron cuatro submarinos de la Armada rusa en el Mar Negro que se habían establecido en la base naval de Sebastopol. En cambio, durante las últimas semanas, estos sumergibles han sido vistos en la base militar de Novorossisk. Un emplazamiento situado al otro lado del estrecho de Kerch y mucho más alejado de Ucrania. Con este movimiento, Moscú pretende proteger sus submarinos después de que Ucrania haya intensificado los ataques a la base militar rusa de Sebastòpol con drones.
Cabe decir, sin embargo, que el Kremlin no necesita que sus submarinos estén en la base de Sebastopol para poder atacar territorio ucraniano, ya que sus misiles Kalibr tienen bastante alcance para ser disparados desde Novorossisk. Y los submarinos tienen la capacidad de navegar sin ser atacados por el norte del Mar Negro.
Con todo, aunque las Fuerzas Armadas ucranianas no disponen de armas antisubmarinas, el ejército ruso teme que el día menos esperado Kyiv pueda recibir de Occidente este tipo de armamento. Y es que, gracias al suministro de armas del exterior, el potencial del ejército ucraniano es cada vez mayor.
Exitosa contraofensiva ucraniana en Járkov
El ejército ruso se ha visto obligado a retirar a sus hombres de Járkov para reagruparlos en Donetsk. Este avance se enmarca en la contraofensiva lanzada por las fuerzas ucranianas el 29 de agosto pasado en las regiones de Jersón y Járkov que les ha permitido recuperar 30 localidades de la región de Járkov. De hecho, las Fuerzas Armadas de Ucrania han informado este sábado de la toma de la localidad de Kupiansk (Járkov), hasta ahora controlada por las fuerzas rusas. También han comunicado que siguen avanzando hacia la ciudad de Izium.
La reconquista de Kupiansk es una gran noticia para los intereses ucranianos, ya que se trata de una vía de abastecimiento logístico rusa desde territorio ruso hasta la ciudad de Izium, según explican analistas citados por la prensa ucraniana.