El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán ha informado este miércoles del fin de la retirada de las fuerzas pacificadoras rusas del Alto Karabaj, territorio recuperado por Bakú en septiembre del año pasado después de derrotar a los separatistas armenios que lo controlaron durante décadas.

"El proceso de retirada del territorio de Azerbaiyán del contingente de paz de Rusia, temporalmente emplazado después de la guerra del 2020 en el Karabakh, ha concluido el 12 de junio", ha indicado el servicio de prensa del departamento castrense azerí. Defensa ha difundido fotografías en que se muestra el izado de la bandera azerbaiyana al aeródromo de Joyali, base de los pacificadores rusos durante casi cuatro años, y de las columnas de vehículos militares rusos que parten.

Rusia inició la retirada de su contingente de paz, que llegó a contar con unos 2.000 pacificadores, el 17 de abril de Azerbaiyán. El acuerdo sobre el despliegue de las fuerzas rusas en el Alto Karabaj preveía su permanencia en la región hasta el año 2025, con una posible prórroga.

El futuro del contingente de paz ruso en territorio azerbaiyano fue abordado en octubre del año pasado por los líderes de Rusia y Azerbaiyán, Vladímir Putin y Ilham Alíev. Su conversación tuvo lugar poco después de una ofensiva azerbaiyana en el Alto Karabaj en septiembre de 2023 para tomar el control definitivo sobre el territorio, cosa que provocó la huida precipitada de toda la población armenia de la región, cifrada en más de 100.000 personas.

Precisamente, durante el ataque azerbaiyano en contra el Alto Karabaj, que obligó a sus autoridades a capitular en el plazo de 24 horas, cinco pacificadores rusos perdieron la vida en un incidente protagonizado por soldados azerbaiyanos por el cual Aliyev se disculpó delante de Putin y prometió que el suceso sería investigado.

Rusia molesta con Armenia

Rusia envió, hace unos días, una nota de protesta al Ministerio de Exteriores de Armenia por una visita de funcionarios a la localidad ucraniana de Bucha, donde las tropas rusas cometieron supuestamente matanzas durante las primeras semanas de la campaña militar en el país vecino. "Valoramos la visita a Bucha (...) como un paso abiertamente hostil por parte de Ereván", aseguró María Zajárova, portavoz de Exteriores, en una nota publicada a la página web del Ministerio. Zajárova también denunció las declaraciones de los miembros de la delegación, que condenaron la intervención militar rusa, y la entrega de ayuda por satisfacer "las necesidades del ejército ucraniano".

Las relaciones entre Rusia y Armenia se han deteriorado los últimos años hasta el punto que el primer ministro, Nikol Pashinián ha congelado la participación de su país a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la alianza militar postsoviética.

Pashinián ha acusado Rusia de abandonar a su suerte a su aliado en favor de su socio, Azerbaiyán, cuando este atacó territorio armenio, o cuando más de 100.000 armenios tuvieron que abandonar el pasado año territorio de la región del Alto Karabaj después de una exitosa operación militar azerbaiyano. Por todo eso, Ereván ha decidido diversificar su política exterior con la firma de varios acuerdos, incluidos los militares, con países occidentales.