La tensión sigue siendo máxima en el conflicto entre Rusia y Ucrania, pero los dos países se han dado un respiro muy breve y han liberado a 206 prisioneros de guerra, entre los cuales se encuentran soldados rusos capturados por el ejército ucraniano durante su incursión en la región de Kursk. El Ministerio de Defensa ruso ha apuntado que cada bando habría reanimado a 103 soldados enemigos, gracias a la mediación de los Emiratos Árabes Unidos. Según el ejército ruso, los soldados "se encuentran recibiendo ayuda médica y psicológica" en Bielorrusia, para más adelante ser trasladados a territorio ruso. Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha informado de que el centenar de soldados ucranianos "ya están en casa", y les ha dado las gracias por defender las ciudades de Kiev, Donetsk, Mariúpol, Zaporíjia y Khàrkiv, entre otras zonas del país.
No es el primer intercambio de soldados entre Rusia y Ucrania este verano, ya que a finales de agosto ya hicieron un primer gran canjeo de 230 soldados, donde también había reclutas rusos detenidos en Kursk mientras cumplían el servicio militar. Justo esta semana, Rusia anunció que habían tirado una contraofensiva en Kursk, y que habían recuperado el control de hasta diez localidades de la zona. En poco más de un mes de conflicto en la región rusa, los dos bandos calculan que ya habrían muerto miles de soldados rusos y ucranianos.
Ucrania todavía no tiene el permiso para utilizar los misiles de la OTAN contra Rusia
Joe Biden y Keir Starmer, no han llegado al acuerdo que esperaba Kíiv, sobre si permitían a Ucrania el uso de misiles occidentales de largo alcance contra territorio ruso. El presidente de los Estados Unidos y el primer ministro británico han aplazado la decisión y han afirmado que las discusiones continuarán con un "grupo más amplio de individuos" durante la semana de reuniones de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, que se celebrará a finales de mes. Biden y Kramer siguen reafirmando su apoyo y compromiso de ayudar a Ucrania, pero no se deciden a levantar la tutela occidental a la hora de cómo tiene que usar Kíiv los más de 55.000 millones de dólares en armamento que han cedido los Estados Unidos desde el inicio de la guerra. Zelenski insiste que necesita atacar objetivos militares situados en el interior para cambiar el curso de la guerra a favor suyo y Putin ya ha amenazado a la OTAN con que si autoriza a Ucrania el uso de misiles de largo alcance en territorio ruso, significará que estará en guerra contra ellos.