Rusia quiere controlar la otra guerra, la que se libra en los medios de comunicación, para impedir que sus ciudadanos tengan acceso a un relato diferente de lo que se difunde a través del Kremlin. Desde este martes, Rusia ha prohibido la emisión y el acceso a 81 medios de comunicación europeos desde su territorio, argumentando que difunden información falsa sobre la guerra de Ucrania. La prohibición rusa, anunciada a través del ministerio de Exteriores, incluye cuatro medios del Estado español, la agencia de noticias EFE, los diarios El País y El Mundo, y la radio y televisión pública RTVE, además de otros medios europeos, como los franceses Le Monde i Liberation, los canales LC1 y Arte, la emisora Radio France y la agencia AFP; la revista alemana Der Spiegel y el diario Die Zeit, la cadena italiana RAI y los diarios La Stampa y La Repubblica, la cadena irlandesa RTE, la portuguesa RTP, la holandesa NOS o la austríaca ORF. La prohibición incluye tanto las transmisiones de televisión como el acceso a los portales web de mediados de 25 países de los 27 que conforman la Unión Europea. El anuncio, además, se ha hecho en vísperas del juicio al periodista norteamericano Evan Gershkovich, que podría recibir una pena de hasta 20 años de prisión en Rusia.
Represalia por la prohibición de la UE hace un mes
La decisión rusa es una represalia que toma un mes después de que la Unión Europea anunciara una decisión similar contra medios rusos, por considerar que publicaban fake news, y que afectaba medios como la Voz de Europa, la agencia de noticias RÍA Novosti, así como publicaciones como Izvestia y Rossiyskaya Gazeta. La UE indicó hace un mes que los cuatro medios rusos fueron suspendidos porque eran "redes de propaganda del Kremlin" ligados a difundir información falsa sobre lo que Rusia denomina su "operación militar especial" en Ucrania. La suspensión se sumó a la que ya se realizó en el 2022 contra la agencia de noticias Sputnik y la cadena de televisión Russia Today por su papel en la difusión de propaganda rusa sobre la guerra.
Censura y control de la información
El ministerio de Exteriores ruso asegura en un comunicado que "la Federación Rusa ha advertido repetidamente en varios ámbitos que el acoso por motivos políticos a periodistas nacionales y las prohibiciones injustificadas de medios rusos en la UE no quedarán sin respuesta". El Kremlin acusó Occidente de "seguir el camino de la escalada" y de "negarse a aceptar diferentes puntos de vista y que van en contra de la libertad de expresión". Moscú insiste en que se ve obligado a adoptar "contramedidas simétricas y proporcionales" y se muestra abierta a levantar la prohibición si la UE hace lo mismo con los medios rusos. Pero la realidad no es comparable, y las medidas del régimen de Putin han sido las de aplicar la censura, restringiendo el acceso de los periodistas extranjeros a las actividades organizadas de Moscú, y el control de la información, no prolongando el visado de trabajo a los corresponsales occidentales críticos.
El juicio contra el periodista del Wall Street Journal
La prohibición de los medios europeos se producía un día antes del inicio del juicio contra el periodista norteamericano Evan Gershkovich, del Wall Street Journal, acusado de espionaje, que ha empezado este miércoles, y que ha provocado el cruce de acusaciones entre Washington y Moscú. Gershkovich, de 32 años, ha llegado hoy al tribunal de Ekaterinburg, donde será juzgado a puerta cerrada, acusado de recopilar información secreta por orden de los Estados Unidos sobre una fábrica de tanques situada en un complejo militar industrial ruso, y se enfrenta a una pena de hasta 20 años de prisión en caso de ser declarado culpable. Los procedimientos del tribunal están clasificados como secreto de Estado, y no está permitida la presencia de periodistas, amigos, familiares o personal de la embajada de los Estados Unidos, solo estarán presentes el juez, el fiscal, el abogado del acusado y un secretario. Gershkovich ha sido introducido en una jaula de cristal, en el Tribunal Regional de Sverdlovsk de Ekaterinburg. El gobierno de Washington ha calificado de "totalmente ilegal" la detención de Gershkovich, y el mismo presidente Joe Biden ha expresado su preocupación por el caso, y ha instado en Rusia a respetar los derechos y la integridad del ciudadano norteamericano.