El debate sobre el gasto en defensa de los miembros de la OTAN está muy vivo. La Alianza Atlántica reclama a los países que la forman una inversión del 2% del PIB en defensa y su secretario general, el neerlandés Mark Rutte, les ha advertido este jueves que si no hacen caso a sus demandas, empezarán a recibir llamadas del presidente norteamericano, Donald Trump. "Si no reaccionan a mis llamadas telefónicas, quizás recibirán llamadas de un hombre muy agradable en Washington", ha ironizado. Este es un paso más para elevar la presión sobre casos como el de España, a la cola con un 1,28% de gasto militar. Rutte ha insistido en declaraciones desde Eslovaquia, donde se ha reunido con el presidente Peter Pellegrini, que se tiene que acelerar el ritmo y llegar a la cifra impuesta no más tarde del verano. "Estoy en contacto con ellos activa e intensamente", ha afirmado.

De los 32 miembros que forman parte de la OTAN, 23 cumplen el compromiso de dedicar el 2% a la partida nacional de defensa, mientras que los nueve restantes se sitúan por debajo de esta cifra. El debate se ha intensificado desde la vuelta de Trump a la Casa Blanca. El republicano exige a los aliados europeos que den un paso adelante en la inversión militar para hacerse cargo de la seguridad continental, un debate que se consolidará en la cumbre de La Haya programada para el mes de junio, cuando se espera que los líderes de la Alianza Atlántica fijen un nuevo objetivo de gasto. Rutte ha explicado que este nuevo porcentaje de gasto se determinará de acuerdo con los objetivos de capacidades militares y con un "plazo ambicioso", para cumplir el nuevo objetivo "cuanto antes mejor". "Será considerablemente más del 3%", ha reiterado, insistiendo en el mensaje que el 2% se queda muy lejos de las necesidades actuales del escenario de seguridad occidental.

Más allá del porcentaje de gasto en defensa, el exprimer ministro neerlandés ha explicado que otro elemento a tener en cuenta será como contabilizar el gasto militar, una discusión que ha asegurado que se dará en el seno de la OTAN, teniendo en cuenta que no hay criterios unificados en la organización. Fuentes próximas a la Alianza Atlántica han revelado a Europa Press que la cifra del 3% es un objetivo con una implementación "muy probable". De fijarse, casos como el de España se agravarían, ya que incluso duplicando el 1,28% actual se quedaría corta.