El inicio de un conflicto bélico puede parecer una mala noticia. Pero cuando llevas más de 30 años siendo ocupado y reprimido por un ejército invasor, e ignorado por la comunidad internacional, la guerra se puede convertir en la única vía de supervivencia. Y este es el caso del Sáhara Occidental.

Así lo explica a ElNacional.cat un activista de Equipe Media, organización que se dedica a documentar las violaciones de los derechos humanos en el Sáhara Occidental por parte de Marruecos. "En el Sáhara Occidental la situación es difícil. Pero aquí la guerra se ha recibido con alegría, se podría decir. O con brazos abiertos", explica este activista que prefiere mantener oculto su nombre por razones de seguridad, ya que vive en la capital del Sáhara, El Aaiún, ciudad ocupada por las fuerzas armadas marroquíes.

La declaración del estado de guerra por parte del Frente Polisario después de que Marruecos interviniera militarmente la ciudad de Guerguerat ha sido la gota que ha hecho colmar el vaso. "El paso de Guergerat es una brecha ilegal que Marruecos utiliza para exportar sus mercancías y drogas. La sociedad civil saharaui ha dicho basta y ha cerrado este paso ilegal. Por eso Marruecos no ha tardado a intervenir con la fuerza. Ha sido Marruecos quien ha roto el alto al fuego agrediendo a civiles saharauis. El Polisario ya advirtió que intervendería contra cualquier ataque contra saharauis", denuncia.

¿30 años de paz?

"Llevamos 30 años en un punto muerto después de la guerra. Durante 30 años en el Sáhara se han llevado a cabo manifestaciones y todo tipo de luchas pacíficas mientras recibíamos palos, torturas y maltratos. En general violaciones de los derechos humanos por parte de Marruecos", lamenta. "Y la comunidad internacional no ha hecho caso de esto. Hay centenares de desaparecidos, de presos políticos y de asesinados. Y nadie ha escuchado los llantos del pueblo saharaui", reprocha.

Preguntado sobre si la situación ha cambiado en los territorios ocupados una vez roto el alto al fuego, el relato con que responde el activista de Equipe Media es aterrador. "Ha aumentado muchísimo la represión. Marruecos ha hecho despliegues militares y policiales en la ciudad".

"La policía ha intervenido con violencia las manifestaciones que se han producido dando la bienvenida a la reanudación de la guerra. En los días siguientes se han hecho redadas con detenciones y entradas en las casas", continúa.

Un pueblo atrapado entre la guerra y el olvido

A pesar de la esperanza de que ha provocado entre la población saharaui la reactivación de la guerra, la que vive bajo control marroquí no puede hacer nada más que esperar. "No podemos participar en la lucha armada porque estamos bajo la ocupación y el control militar marroquí. Lo que se hace aquí son las marchas y las manifestaciones", lamenta.

Una opinión similar sobre la guerra tiene Fatimatu Bachir, una joven de 23 años que vive en el campamento de refugiados de Auserd, que explica a este diario que aunque en los campamentos "hay pena y tristeza", también hay "mucha esperanza". "Porque en estos 30 años de alto al fuego es la primera vez que se nota y se siente que estamos haciendo alguna cosa para construir nuestra libertad. El pueblo saharaui hemos sido muy pacientes y nos han mentido mil y una veces", añade. "Esta guerra nadie la quiere, pero es la única salida que nos han dejado", sentencia.

 

Imagen principal: Una saharaui protesta ante el consulado del Marruecos en Barcelona / Autora: Maria Contreras Coll