La ONG española Proactiva Open Arms informó ayer de que ha rescatado a 87 personas en el mar Mediterráneo y el ministro del Interior de Italia, el ultraderechista Matteo Salvini, que mantiene una línea dura contra la inmigración, aseguró que no desembarcarán en el país.
La noticia del socorro en el mar ha sido comunicada por el fundador de la ONG, Oscar Camps, en un mensaje en Twitter en el que ha denunciado que estas personas llevaban "dos noches a la deriva".
Dos noches a la deriva. Más de 50 horas hacinados en un bote entre gasolina derramada y otros fluidos. Podríamos habernos quedado en casa pero estás 87 vidas se habrían hundido sin sentido. Nadie muere para la UE, solo desaparecen y nadie paga por ello. Foto @ValerioNicolosi pic.twitter.com/5Jt6QTQdU5
— Oscar Camps (@campsoscar) 2 d’agost de 2018
"Más de 50 horas hacinados en un bote entre gasolina derramada y otros fluidos. Podríamos habernos quedado en casa pero estas 87 vidas se habrían hundido sin sentido. Nadie muere para la UE, solo desaparecen y nadie paga por ello", escribió.
Salvini, que también es vicepresidente del Gobierno italiano y líder de la ultraderechista Liga, reiteró en un mensaje en la misma red social que no permitirá a la embarcación atracar en un puerto italiano.
La nave spagnola Open Arms ha raccolto a bordo 90 immigrati nelle acque libiche. Visto che venti giorni fa aveva dichiarato che “i porti italiani non sono sicuri” perché c’è Salvini, sono certo che porteranno questi immigrati ovunque, tranne che in Italia. Buon viaggio! pic.twitter.com/IEPBDgSpZ0
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) 2 d’agost de 2018
"El barco español Open Arms ha socorrido a unos 90 inmigrantes en las aguas libias. Dado que hace veinte días declararon que 'los puertos italianos no son seguros' porque está Salvini, estoy seguro de que llevarán a estos inmigrantes a cualquier otra parte, antes que a Italia. Buen viaje", comentó.
Salvini continúa así con su promesa de cerrar los puertos italianos a las ONG que salvan vidas en el Mediterráneo, una decisión que ha justificado asegurando que su intención es contener la inmigración ilegal hacia Europa, a través de Italia. En este sentido, pidió en julio que la Unión Europea (UE) reconozca a Libia como un puerto seguro para permitir el regreso inmigrantes y frenar el flujo hacia el Viejo continente.