El Tribunal de Casación de Francia, la máxima instancia judicial del país, ha confirmado este miércoles la primera sentencia definitiva contra el expresidente Nicolas Sarkozy. Se trata de un caso de corrupción y tráfico de influencias y es la primera resolución contra el exmandatario, que todavía tiene otros frentes judiciales abiertos. El antiguo inquilino de lo Elíseo, entre el 2007 y el 2012, tendrá que llevar un brazalete electrónico durante un año, hecho que le convierte en el primer expresidente francés obligado a cumplir una condena de arresto domiciliario. La medida también implica la inhabilitación política durante tres años.

Así pues, la justicia francesa ha considerado que Sarkozy condenado en primera instancia en el 2021 y en apelación en el 2023, se aprovechó de su posición para intentar obtener información sobre una investigación judicial que le afectaba. Los intermediarios de esta operación, el abogado Thierry Herzog y el exjuez Gilbert Azibert, también han sido condenados. El expresidente, de 69 años, tendrá que comparecer en los próximos 30 días ante un juez de detención, el cual establecerá las modalidades en que llevará el brazalete electrónico y otras condiciones del arresto domiciliario. Los abogados del condenado, han dejado entrever que apelarán al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, pero eso no suspende la aplicación de la pena.

El caso Bismuth, conocido así en Francia, salió a la luz cuando los investigadores, que tenían bajo escucha los teléfonos de Sarkozy en el 2014 en el marco de otro caso, descubrieron que su abogado le había abierto una línea secundaria con la que mantenían comunicaciones y que también fue pinchado. En estas escuchas descubrieron conversaciones que apuntaban a un caso de presunta corrupción y tráfico de influencias. El expresidente y su abogado hablaban de contactos con un magistrado, Gilbert Azibert, a quien pedían datos sobre la instrucción de otra de las acusaciones contra él a cambio de que Sarkozy usara su influencia para conseguirle un cargo honorífico en Mónaco.

El Supremo concluyó que no se pudo determinar que los jueces del proceso previo fueran parciales, al mismo tiempo que descartó la eliminación como prueba de las escuchas telefónicas que destaparon todo este entramado político-judicial. Sarkozy no ingresará en prisión si acepta el arresto domiciliario.

La larga sombra de Sarkozy

Desde que Sarkozy quedó derrotado por el socialista François Hollande en el 2012, el expresidente ha acumulado varios casos bajo investigación judicial, siendo el caso Bismuth el primero con sentencia. Pese a estar apartado de la primera línea política, Sarkozy todavía tiene una gran influencia en la derecha francesa y mantiene contactos regulares con el actual presidente, Emmanuel Macron. Asimismo, sus libros han sido grandes éxitos de ventas y encadena las dedicatorias por todo el país.