La población libanesa se despierta un día más bajo la amenaza de que una nueva oleada de explosiones simultáneas en dispositivos de comunicación se desencadene en el país. Hasta el momento, los ataques del martes y miércoles han dejado un total de 32 muertos y más de 3.000 heridos. El martes las explosiones se registraron en dispositivos buscapersonas vendidos hace unos meses a Hizbulá. En cambio, el pasado miércoles las explosiones se produjeron mayoritariamente en walkie-talkies, aunque medios locales publican que otros dispositivos sin hilos explotaron como radios o placas solares. El ataque ponía en el punto de mira a los milicianos de Hizbulá, aunque ha afectado en la población civil. La milicia chií señala en Israel como responsable del ataque, aunque el gobierno de Benjamin Netanyahu no reconoce la autoría. Sin embargo, 48 horas después del primer ataque, las primeras investigaciones apuntan que detrás de la venta de algunos de los dispositivos afectados están las autoridades israelíes. ¿Qué se sabe hasta ahora?
Hay que contextualizar que los últimos años, Hizbulá había apostado por dar pasos atrás en el uso de la tecnología en la milicia. Después de encontrar que los teléfonos inteligentes podían poner en riesgo su actividad, la milicia apostó por recuperar métodos de comunicación anteriores: buscapersonas y walkie-talkies. Ambos aparatos son sencillos y más seguros ante el ciberespionaje. Sin embargo, para hacer este cambio tuvieron que comprarlos. Según publica The New York Times, los últimos ataques se empezaron a gestar en el 2022, cuando el Mosad detectó la tendencia de Hizbulá y decidió intervenir y vender ellos mismos los dispositivos.
¿Qué empresas están implicadas?
Para poder vender los buscapersonas y walkie-talkies preparados para explotar cuando las autoridades israelíes lo desearan, un grupo de espías se trasladó a Hungría, donde fundaron una empresa fantasma: BAC Consulting. Desde fuera, parece una empresa normal con una cartera de clientes construida por el Mosad para que pareciera los más auténtica posible. Según informa el diario norteamericano, se introdujeron entre 3 y 20 gramos de explosivos en unos 5.000 dispositivos y los envió a Beirut.
Sin embargo, ¿fabricó el Mosad estos dispositivos? Con respecto a los buscapersonas en un primer momento, una empresa taiwanesa se vio implicada. Se trata de Gold Apollo, empresa que se ha apresurado a negar que los dispositivos con explosivos los hubieran fabricado ellos. La compañía taiwanesa ha afirmado que vendieron la licencia del producto en BAC Consulting para que lo fabricaran.
Con respecto a los walkie-talkies, una empresa nipona entra en escena. Varias publicaciones en las redes sociales donde se muestran los walkies que han explotado y se apunta que podrían ser de la compañía japonesa Icom. La misma empresa ha declarado este jueves que no puede confirmar que sus walkies formaran parte del ataque. Icom ha declarado que los dispositivos en cuestión son un modelo IC-V28, que fabricaron y vendieron entre el año 2004 y 2014. Sin embargo, hace diez años que no los fabrican y no pueden confirmar que sean suyos y no una falsificación.
¿Falsificados o modificados, que ha pasado con los walkies?
Icom ha asegurado que sus productos se venden siguiendo la normativa japonesa y solo en tiendas oficiales, negando que hayan vendido directamente a la milicia chií. Sin embargo, no pueden saber si los dispositivos fueron adquiridos por un tercero y revendidos a Hizbulá modificados, tampoco saben si se trata de falsificaciones. Asimismo, el director de la empresa, Yoshiki Enomoto, explicó que algunas de las imágenes que circulan de los supuestos aparatos de Icom que estallaron en el Líbano muestran lo que podrían ser baterías no homologadas y modificadas para explotar.
La compañía nipona se ha encontrado con anterioridad que sus productos han sido falsificados. Por eso, en su página web, detallan cómo distinguir estas falsificaciones a través del uso de un código QR o un adhesivo propio de la compañía. De la misma forma que las autoridades israelíes crearon una empresa fantasma para vender a Hizbulá los buscas, es una posibilidad de que el Mosad produjera falsificaciones de este modelo de walkies.
Israel no ha reconocido oficialmente la autoría de las explosiones en el Líbano, cosa habitual en estos casos, pero el grupo libanés ya ha avisado de que tomará represalias. Anteriormente, el gobierno israelí ha repetido el patrón de atacar a sus vecinos y mantener silencio, como pasó con el asesinato en Teherán del entonces líder político de Hamás, Ismail Haniye. Por otra parte, este jueves está previsto que el líder de Hizbulá, Hasan Nasrallah, pronuncie su primer discurso después de los ataques.