El presidente ruso, Vladímir Putin, ha ofrecido este viernes a China la capacidad de abastecerla con energía asequible, además de otorgar a las empresas del gigante asiático un entorno con ventajas para invertir en territorio ruso. "Rusia está preparada y es capaz de abastecer de manera ininterrumpida y fiable la economía, las empresas, las ciudades y los pueblos chinos con energía, luz y calor asequibles y respetuosos con el medio ambiente," ha declarado Putin en el discurso de apertura en la ceremonia inaugural de la octava EXPO Rusia-China en la ciudad de Harbin (Heilongjiang, norte). El mandatario ruso también ha destacado que la alianza entre los dos países en el sector, la cual consideró un "apoyo fiable para el mercado energético mundial", seguirá creciendo en el futuro.
En el aspecto empresarial, Putin ha afirmado que "no solo aprecia" el interés de las empresas chinas de producir en Rusia, sino que también ofrecerán a las inversoras "ventajas económicas, asistencia y apoyo", además del uso de la tecnología del país y el acceso a su "personal altamente cualificado".
Vínculos entre China y Rusia: más fuertes que nunca
Asimismo, el presidente ruso ha vuelto a subrayar los éxitos de las relaciones comerciales entre Moscú y Pekín, en un momento en que los dos países son objeto de sanciones económicas y aranceles impuestos por terceros, con motivo de la Guerra de Ucrania para los primeros, y fines comerciales los segundos.
"Creo que podemos estar orgullosos con razón de los resultados de los vínculos económicos entre China y Rusia y de la cooperación económica", ha declarado sobre el intercambio comercial, que según Pekín el año pasado fue de 240.000 millones de dólares. En su discurso, Putin también ha rememorado la "hermandad" entre los dos países ante enemigos externos, en un marco de crecientes presiones internacionales en las dos naciones.
Pekín, sin maniobrar para detener la guerra con Ucrania
El mandatario ruso ha destacado la participación de los soldados soviéticos en la liberación de China de la invasión japonesa en 1945, un día después de reunirse en Pekín con el presidente de China, Xi Jinping, en un cara a cara que aleja las esperanzas occidentales que Pekín apretáis Moscú para que pise el freno en la Guerra de Ucrania. Previamente, este viernes, Putin depositó flores en el monumento a los soldados soviéticos que murieron en las batallas por la liberación del nordeste de China.
Además, el itinerario del presidente ruso incluye una visita a una iglesia ortodoxa en la ciudad y un encuentro con estudiantes y profesores en la Universidad Politécnica de Harbin, acontecimientos que buscan resaltar los lazos culturales entre los dos países, cosa que Putin y Xi han enfatizado repetidamente durante esta visita de Estado.
Esta es la segunda visita de Putin a China en menos de un año, después de su viaje en octubre del 2023 con motivo del III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda, un hecho que algunos analistas consideran una nueva señal de la alineación creciente entre los dos países para continuar sus negocios y promover un nuevo orden "multipolar".