Las protestas masivas que empezaron hace una semana en la India por la violación y el asesinato de una médico en un hospital del nordeste del país han continuado este lunes en varias ciudades, al mismo tiempo que crecen las incógnitas en torno a la investigación del caso, convertido en un arma política arrojadiza. Médicos de las principales asociaciones gremiales del país se mantienen en huelga en diversos de los hospitales mayores sin ofrecer servicios de atención, excepto para casos de emergencia o cuidados intensivos, por quinto día consecutivo.
Decenas de personas se han manifestado delante de la sede del Ministerio de Salud en Nueva Delhi alzando pancartas con lemas como "las manos que sanan no tienen que sangrar", para exigir a las autoridades medidas que garanticen la seguridad. En el sur del país se han convocado movilizaciones, y asociaciones de médicos y residentes de diferentes estados han pedido más transparencia en la investigación del caso. Médicos residentes del Instituto de Ciencias Médicas (AIIMS), el principal hospital de la capital nacional, han ofrecido hoy servicios ambulatorios electivos ante el Ministerio de Salud, donde mantienen la protesta.
Violada y asesinada una médico residente de 31 años
La médico residente de 31 años estuvo violeta y asesinada el 9 de agosto pasado dentro de un hospital universitario en la ciudad de Calcuta, capital de Bengala Occidental, donde trabajaba. Las autoridades han arrestado hasta ahora a un sospechoso de la violación y el asesinato de la víctima, si bien los familiares han denunciado que de acuerdo con las pruebas forenses es posible que más de una persona participara en el crimen.
El caso ha estado lleno de irregularidades desde que las autoridades descubrieron el cuerpo de la chica y reportaron inicialmente el caso como un suicidio, sumiéndolo en un clima de opacidad que ha motivado la generalización de las protestas. "Bengala no es un lugar seguro para las mujeres. Les ha fallado a sus mujeres. No es la sociedad, sino el actual gobierno (de Bengala Occidental) lo que les ha fallado a sus mujeres", ha asegurado este lunes a los medios de comunicación el gobernador de Bengala Occidental, Ananda Bose, representante del gobierno federal el estado oriental.
Paralelamente, contra la jefa del Gobierno regional, la opositora a Modi, Mamata Banerjee, se han multiplicado a las protestas de Calcuta, convirtiendo el mediático caso en un arma arrojadiza entre las diferentes familias políticas del país. La violencia sexual contra las mujeres en la India es un problema persistente y a menudo provoca la reacción de una parte de la sociedad que exige más medidas para garantizar la seguridad de las mujeres ante un problema complejo. El último informe de crímenes de la India, que corresponde en el 2022, registró 31.500 casos de violación solo aquel año, aproximadamente 86 por día.