El próximo 20 de enero Donald Trump será investido como presidente de los Estados Unidos (EE.UU.) por segunda vez. El magnate republicano será el segundo presidente a la historia del país en cumplir dos mandatos no consecutivos, de manera que la misma toma de posesión es un hecho inusual. Además, en su estilo estridente y grandilocuente, Trump y su equipo planean una gran investidura, cuyos actos se alargarán durante días. Washington será el escenario de la nueva coronación de Trump, quien vuelve al poder con posiciones más beligerantes y con un núcleo duro más radical que el año 2017. ¿Qué se sabe hasta ahora de cómo será esta segunda investidura?

Hasta el momento, han trascendido muchos detalles de lo que planean los republicanos para la segunda investidura del magnate, a menudo explicados por su propio equipo. El presidente electo empezará los actos por la toma de posición dos días antes. Este mismo sábado, 18 de enero, se da el pistoletazo de salida a las celebraciones en su campo de golf de Washington, desde el cual se lanzarán fuegos artículos. La agenda proseguirá el 19 de enero con una visita al Cementerio Nacional de Arlington, donde colocará una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido, y después protagonizará un mitin en un estadio de la capital norteamericana para celebrar la victoria electoral.

El Día D: misa, Biden y los Village People

El 20 de enero, como marca la constitución de los Estados Unidos, el republicano tomará posesión. Sin embargo, eso será después de un largo día de actos. Trump empezará la jornada con una misa en la iglesia de Sant Joan. Después tomará el té en la Casa Blanca, donde será recibido por el presidente saliente, Joe Biden. A la hora de comer el republicano se trasladará hasta el Congreso.

Por la tarde, tendrán lugar los actos más reconocibles de las investiduras presidenciales de los Estados Unidos. Si todo va según lo previsto, Trump pasará revista a las tropas y protagonizará el tradicional desfile presidencial desde el Capitolio (donde habrá jurado el cargo) hasta la Casa Blanca, a través de la avenida Pensilvania —aunque todavía está por confirmar debido a las bajas temperaturas—. En el Despacho Oval tendrá otra ceremonia de firma de decretos. Finalmente, por la noche el presidente republicano y su esposa, Melania Trump, asistirán tres bailes inaugurales. En uno de estos bailes actuarán los Village People. La música del grupo ha conformado la banda sonora de la campaña del republicano. Aunque los Village People son los artistas que más curiosidad han despertado, los encargados de actuar en la ceremonia serán otros más desconocidos por el público europeo: Carrie Underwood, Lee Greenwood y Christopher Macchio.

ensayos investidura trump. EFE
Washington acoge los ensayos para la segunda toma de posesión de Donald Trump. EFE

La extrema derecha del mundo se pone de gala

La investidura de Donald Trump se ha convertido en el acontecimiento más esperado para la extrema derecha de todo el mundo. El equipo del republicano ha invitado a los líderes ultras de varios países, muchos de los cuales ya se han encontrado con Trump en anteriores ocasiones. Entre la lista de invitados está Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha Vox, quien acudirá por su condición de presidente del partido europeo Patriotas, del cual forman parte la Agrupación Nacional de Marine Le Pen o La Liga del italiano Matteo Salvini. Sin embargo, el equipo de Trump no ha invitado a Pedro Sánchez.

Aunque lo más habitual es que a este tipo de ceremonias vayan los embajadores, sí que se han invitado a presidentes, cuando estos son de extrema derecha. Por ejemplo, entre la lista de invitados están el presidente argentino, Javier Milei, el de El Salvador, Nayib Bukele, el húngaro Viktor Orbán o la italiana, Giorgia Meloni. También ha invitado líderes de formaciones ultras sin que estos se encuentren en ningún gobierno, como es el caso de Jair Bolsonaro o Nigel Farage. Todo es una muestra más de las prioridades de la nueva Administración Trump.

¿Quién paga la fiesta?

Como muchos aspectos de la política estadounidense, la investidura presidencial cuenta con donaciones privadas. Muchas de estas se utilizan por parte de empresas y lobbies para congraciarse con la nueva administración que toma las riendas. De hecho, Trump afirmó que ofrecería "ventajas" a los grandes donantes de su comité de investidura que superaran el millón de dólares, como acceso a acontecimientos con futuros miembros del gobierno. Un grupo de empresas han sido muy activas con las donaciones, sin que pasara desapercibido para los medios de los Estados Unidos: las tecnológicas. 

Entre los primeros abrir la chequera está Jeff Bezos, propietario de Amazon y del diario The Washington Post. A principios de diciembre, la prensa estadounidense publicó que el magnate tecnológico habría dado un millón de dólares para la investidura y planeaba transmitirla en directo por Amazon Prime, algo valorado en aproximadamente un millón más. Bezos ya hace meses que va detrás del favor del republicano y ha presionado el diario que compró en 2013.

ensayos investidura trump. EFE
La capital estadounidense hace días que se engalana para acoger la toma de posición del republicano en medio de un tiempo gélido. EFE

Otro magnate de las nuevas tecnologías que ha dado un millón para la investidura es Mark Zuckerberg, propietario de Meta, matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp. Zuckerbeg ha ido más lejos para congraciarse con la nueva Administración Trump y se ha doblado por completo a sus posicionamientos políticos, alterando el funcionamiento de sus empresas al gusto del republicano y su nuevo gran socio, Elon Musk. A lista de tecnológicas que dan dinero a la investidura hace falta sumar tres gigantes más: Microsoft, OpenAI y Google, que dará un millón de dólares respectivamente. Con respecto a Apple, el consejero delegado Tim Cook dará personalmente otro millón, según el medio Axios. Así que Silicon Valley pagará buena parte de la factura de esta investidura, aunque no serán los únicos. 

La ciudad blindada contra "lobos solitarios"

La seguridad para este tipo de acontecimientos es siempre muy elevada, pero en este caso, las autoridades doblarán la apuesta. El pasado lunes, las fuerzas de seguridad de los Estados Unidos anunciaron un operativo para blindar Washington para la investidura. El principal miedo son los posibles ataques de "lobos solitarios". Es un miedo bien asentado, ya que en la campaña electoral quedó marcada por el intento de asesinato de Trump en Pensilvania.

Unos 25.000 agentes y militares de la Guardia Nacional estarán desplegados el 20 de enero para garantizar la seguridad de la toma de posesión de Trump, un acontecimiento que estará rodeado por unos 48 kilómetros de vallas. Después de los dos ataques que marcaron el inicio de año en los Estados Unidos, la seguridad en todo el país está en el punto de mira.

El agente especial del Servicio Secreto para la capital, Matt McCool, dijo en una rueda de prensa que hay "un ambiente de más amenaza" que en la pasada investidura de Joe Biden de enero del 2021. Hay que recordar que la investidura de Biden sucedió después del asalto al Capitolio por parte de los trumpistas.