Plan de choque en Argentina. El nuevo presidente, el ultraliberal populista Javier Milei, anunció la noche de este miércoles una reforma de más de 300 normas en un solo decreto de gobierno para hacer efectivas las medidas neoliberales de deconstrucción del Estado que ha pregonado desde que era tertuliano y polemista en las redes y que ha enaltecido durante toda la campaña como respuesta para la crisis económica crónica que sufre el país. En sus palabras, para establecer "las bases de la reconstrucción de la economía argentina y devolverle la libertad y la autonomía a los individuos, quitándoles el Estado de encima". A su vez, los más críticos, especialmente la izquierda y entidades sociales, se ha movilizado por las calles de Buenos Aires en señal de protesta, al grito de "Fuera Milei!".
Con el confesado propósito de que "Argentina sea una potencia mundial", el objetivo de este plan es "desarmar la enorme cantidad de regulaciones que han impedido, entorpecido y detenido el crecimiento económico de nuestro país", según ha proclamado en una cadena nacional de radio y televisión el mandatario argentino. Milei anunció que en los próximos días "se gritará a sesiones extraordinarias" en el Congreso de la Nación y "se enviará un paquete de leyes para acompañar estas reformas y avanzar en el proceso de cambio".
Oleada de privatizaciones y derogar toda regulación
Dentro del paquete que Milei llevará al Parlamento para su aprobación se incluye la derogación del régimen de sociedades del Estado y de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas. En este sentido, el "decreto de necesidad urgente" busca transformar en sociedades anónimas "todas" las empresas estatales para su "posterior privatización", a fin de desregular la economía del país. El programa también incluye la derogación de la ley de Lloguers, la posibilidad de que los clubs de fútbol se conviertan en sociedades anónimas si así lo desean, y la autorización de la cesión total o parcial del paquete accionarial de Aerolíneas Argentinas.
El decreto, que será enviado al Congreso para su aprobación en sesión extraordinaria, también prevé la derogación de la ley de Abastecimiento, que contempla sanciones en empresas en casos de escasez de determinados productos, así como la derogación de la ley de Góndoles, que obliga los supermercados a ofrecer un mínimo de productos fabricados por pequeñas empresas. Además, las medidas anunciadas establecen la reforma del Código Aduanero para "facilitar" el comercio internacional y que "quede prohibido prohibir las exportaciones", en palabras de Milei.
Carga contra la herencia recibida y el peronismo
"Recibimos la peor herencia de la historia", se ha lamentado una vez más el jefe del Estado argentino a anunciar un plan con el quiere acabar con el déficit fiscal y la inflación, circunstancias económicas endémicas al país sudamericano y a partir de las cuales justifica este plan de choque. Milei ha atribuido a los gobiernos anteriores y a las políticas del peronismo —la izquierda nacionalista intrínsecamente argentina de la cual forman parte los expresidentes Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, y su rival a las elecciones, Sergio Massa— "el déficit consolidado del 15% del PIB, la presión impositiva más alta del mundo, la falta de reservas en el Banco Central, la confianza crediticia destruida, la emisión monetaria desenfrenada y la crisis inflacionaria anual del 15.000%". También se quejó de los "defaulteadors seriales" que le han sacado trece ceros al peso y destruido otras cinco monedas nacionales, de "dos crisis hiperinflacionarias sin guerras, 50% de la población por debajo de la línea de la pobreza, 10% de la población indigente y cinco millones de argentinos a los cuales no les llega para comer".
Los críticos llenan las calles
El impacto de la batería de medidas desreguladoras de la economía y privatizadoras del sector público anunciadas por Milei tuvo consecuencias en las calles de Buenos Aires, donde los vecinos de algunos barrios protagonizaron una protesta desde cruces, ventanas y balcones, haciendo sonar cazos y otros utensilios domésticos. "¡Fuera Milei!", se sintió en las calles de la capital de Argentina, donde hace apenas un mes el entonces candidato presidencial de 'La Libertad Avanza' se impuso por casi doce puntos de ventaja sobre el aspirante oficialista y en este momento ministro de Economía, el peronista Sergio Massa. Unas 3.000 personas convocadas por organizaciones sociales y de izquierda salieron a las calles de la capital argentina para mostrar su rechazo a la política del presidente ultraliberal. Según constató EFE, las protestas se sintieron en varias zonas de la ciudad, tanto en las más acomodadas, como Palermo y Belgrano, como en barrios más modestos como Caballito, Almagro y Avellaneda. "¡Viva la libertad, carajo!", decía el mismo Milei, hasta sus últimas consecuencias y con los daños colaterales que sean.