Después de la renuncia a seguir en la carrera electoral de Joe Biden, los demócratas necesitan un nuevo candidato que plante cara a Donald Trump. La mejor posicionada para asumir este rol es Kamala Harris, pero recibir el apoyo de Biden no es suficiente para asegurarse el nombramiento a la Convención Nacional Demócrata que tendrá lugar en agosto. ¿Quién puede disputar la candidatura demócrata a la actual vicepresidenta de los Estados Unidos (EE. UU.)?
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Desde el fracaso que supuso para la campaña de Biden el debate con Donald Trump, las quinielas sobre qué demócratas podrían tomar el relevo del octogenario presidente estadounidense han recogido nombres de todo el país. Si bien Harris, parte con ventaja, no puede descartar la competencia, sobre todo entre las estrellas emergentes demócratas. Es más, si finalmente es Harris la candidata, entre estos nombres se puede encontrar el del futuro vicepresidente o vicepresidenta.
Una posible rival para Kamala Harris es la popular gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer. Abogada de profesión, desde el 2019 está en el cargo y sus políticas se han centrado en la mejora del sistema legal y de salud. También ha destacado con grandes inversiones en política social en espacios muy deprimidos de su estado como Detroit. El estilo de Whitmer, polémica e incendiaria, ha dibujado su perfil como una de las principales opositoras demócratas a Trump.
También destaca el gobernador de Illinois, JB Pritzker, inversor de riesgo y de una familia muy rica, cuenta con una fortuna de 3,5 billones de dólares. Introducir a Pritzker en la carrera presidencial sería enfrentar a dos millonarios, pero con políticas muy diferentes. Desde 2019 es gobernador y ha implantado políticas bastante progresistas, incluso para los moderados estándares demócratas. Por ejemplo, ha aumentado el salario mínimo y está a favor de la regulación de las armas.
Dos de los demócratas que más han sonado a las quinielas para competir por el nombramiento demócrata ya han mostrado su apoyo a la candidatura de Kamala Harris, quedando fuera de la carrera por la presidencia (pero no por la vicepresidencia). Uno de ellos es el popular gobernador de California, Gavin Newsom, un devoto de las cámaras y sin miedo al cuerpo en cuerpo. Newsom se encuentra cómodo en la política espectáculo y siempre ha cerrado filas en torno a Biden, incluso después del debate. Quien también se ha sumado a dar apoyo a Harris ha sido Josh Shapiro, gobernador de Pensilvania, que por su proyección por pertenecer a un estado clave de cara a noviembre, podría haber sido un rival duro.
Ventajas de Harris
Hay muchos motivos para que en los demócratas se decanten por Harris, desde mantener la paz dentro el partido hasta el hecho que solo faltan cien días para las elecciones. Sin embargo, destaca uno económico. La vicepresidenta estadounidense puede acceder a los fondos de la campaña Biden-Harris, ya que forma parte de la candidatura. En los Estados Unidos, el candidato presidencial y el candidato a la vicepresidencia se presentan en dúo. De manera que si Harris fuera nominada, no habría problema para acceder a estos fondos millonarios, pero sí que podría ser una dificultad para otros candidatos. Además, Harris ya ha confirmado su voluntad de tomar el relevo a Biden.