Las sirenas de ataque aéreo han sonado en Tel-Aviv este martes después de que Hizbulá dijera haber bombardeado con misiles la zona de Nirit, en los suburbios de la ciudad. El ejército israelí ha dicho que al último ataque desde el Líbano se dispararon unos 20 cohetes, cinco hacia el centro de Israel y 15 hacia el norte, y que se intentó interceptar. Las FDI dijeron que no había informes sobre heridos.

Fragmentos del interceptor cayeron a la ciudad de Ma'agan Michael, en el norte de Israel, causando daños a un edificio y a vehículos, han informado medios israelíes, citando la policía. Hizbulá dijo que había atacado con una salva de misiles la base Glilot de la unidad de inteligencia militar 8200, ubicada en los suburbios de Tel-Aviv. También dijo que había atacado una base naval cerca de Haifa. Hizbulá también ha dicho que había lanzado una "salva de cohetes" contra la "base naval Stella Maris en el noroeste de Haifa", una ciudad costera en el norte de Israel.

Vídeos verificados por la agencia Sanad de Al-Jazera han mostrado humo elevándose cerca del asentamiento de Beit Aryeh, ubicado en el norte de Cisjordania ocupada y al este de Tel-Aviv, después de que sonaran las sirenas en tres asentamientos de Cisjordania.

Blinken llega a Tel-Aviv

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, llegó a Tel-Aviv para su undécimo viaje al Oriente Medio desde el inicio de la guerra a Gaza. Blinken, que inicia su gira regional exactamente dos semanas antes de las elecciones norteamericanas, se reunirá con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Los funcionarios norteamericanos esperan que haya avances, pero restan importancia a las posibilidades de un avance inmediato para un alto el fuego en Gaza durante el viaje.

Se espera que Blinken enfatice la necesidad de que Israel permita que ingrese más ayuda humanitaria en Gaza y discuta como asegurar la liberación de los rehenes israelíes que quedan en Gaza. Blinken y Lloyd Austin, el secretario de Defensa, advirtieron en una carta conjunta la semana pasada que Israel podría enfrentarse a consecuencias, incluyendo el posible bloqueo de futuras transferencias de armas, si no toma medidas inmediatas para permitir la entrada de ayuda a la Franja.

Los Estados Unidos, el aliado más poderoso de Israel y el proveedor de armas, han enviado a Israel más de 10.000 bombas altamente destructivas de 2.000 libras y miles de misiles Hellfire desde el inicio de la guerra de Israel en Gaza el octubre pasado, que ha matado a más de 42.000 personas.