Los socialdemócratas han ganado las elecciones en el Estado de Brandeburgo con un margen escaso de un punto sobre la ultraderecha, según los resultados oficiales. El SPD del canciller Olaf Scholz obtiene un 30,9% de los votos, mientras que la ultraderecha de AfD obtiene un 29,3%, resultados que suponen un crecimiento del 5% para ambas formaciones. La nueva Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de corte izquierdista, obtiene un 13,5% de los sufragios, seguida de los democristianos (CDU), que alcanzan el 12% de los votos, mientras que los verdes no superan la barrera del 5% y se quedan fuera del parlamento. Brandeburgo, región que rodea la ciudad de Berlín, ha sido tradicionalmente un feudo socialdemócrata, y a pesar de la ajustada batalla con la ultraderecha, finalmente el SPD podrá seguir gobernando, tal y como ha hecho desde la reunificación alemana en 1990. La suma de escaños de socialdemócratas, democristianos y verdes es de entre 45 y 47, lo que les permitiría alcanzar la mayoría absoluta en el parlamento de Brandeburgo, formado por 88 escaños, y repetir la coalición de gobierno con la que han gobernado en la última legislatura.
El SPD celebra los resultados: "Hemos detenido a los extremistas"
El primer ministro en funciones, Dietmar Woidke, del SPD, prometió que si la ultraderecha ganaba, dimitiría y no encabezaría una coalición de gobierno de fuerzas democráticas. Pero este no ha sido el caso, y Woidke ha celebrado la remontada de su partido, al que las encuestas auguraban tan solo el 19% de los votos a principios del verano. "Nuestro objetivo era evitar que nuestro país obtuviera una gran mancha marrón", afirmó en un acto del partido en Potsdam este domingo por la noche, haciendo referencia al color con el que se identifica despectivamente a la ultraderecha "Parece que nuevamente han sido los socialdemócratas quienes hemos parado a los extremistas en su camino al poder", ha añadido, aunque también ha expresado cierta prudencia por el pronóstico ajustado de los sondeos.
Brandeburgo da un respiro a Scholz
Después de que la ultraderecha consiguiera la primera victoria en un Estado federado a principios de septiembre en Turingia y lograra la segunda posición en Sajonia, los comicios de este domingo suponían una nueva prueba de fuego para Scholz, que se enfrentará a elecciones federales el próximo año y no obtiene un buen pronóstico en las encuestas, que le sitúan en tercera posición, por detrás de los ultras y el centroderecha. En Turingia y Sajonia, el SPD obtuvo un 7,4% y un 6,1% de los votos, respectivamente, más cerca del umbral del 5% que garantiza la representación parlamentaria que de los resultados de las fuerzas ganadoras —la AfD y la CDU— que superaron el 30% de los sufragios. Los malos resultados en estos Estados se sumaban, además, a los de las elecciones europeas, donde estas dos formaciones quedaron por delante del SPD. Así pues, los resultados de Brandeburgo rompen con una mala tendencia de los socialdemócratas y permiten al canciller Scholz tomar un respiro.