La sonda rusa Luna-25, cuya misión era ser la primera nave espacial en alunizar en el Polo Sur del satélite terrestre, se ha estrellado contra la superficie lunar, según informó hoy la agencia espacial rusa, Roscosmos. "La Luna-25 asumió una órbita no prevista y ha dejado de existir como resultado de la colisión contra la superficie lunar", señala un comunicado oficial. Según los resultados del análisis preliminar, el motivo del accidente ha sido "la desviación de los parámetros reales de impulso" calculados con anterioridad. Roscosmos ha reconocido que había perdido contacto con la nave el sábado a las 14.57 hora local (11.57 GMT) y los intentos de reanudar ayer y este domingo las comunicaciones habían fracasado.
La agencia, que el sábado informó sobre "una situación de emergencia" cuando los motores impulsaron a la Luna-25 hacia la órbita previa al alunizaje, ha adelantado que creará una comisión especial para esclarecer las causas del siniestro.
#WATCH : Russia's Luna-25 spacecraft has crashed into the moon, reports Germany's DW News citing space corporation Roskosmos#Russia #Luna25 #Update #UpdateNews #BREAKING #BreakingNow pic.twitter.com/l3k2qLEvGx
— upuknews (@upuknews1) August 20, 2023
Todas las esperanzas en la sonda india
Con la tragedia de la estación automática rusa, ahora la sonda india Chandrayaan-3 tiene todas las papeletas para ser la primera en alunizar este miércoles en el Polo Sur. La sonda rusa debía posarse en la superficie de la Luna el 21 de agosto, es decir, dos días antes que la sonda india, que fue lanzada el 14 de julio.
La sonda rusa, que partió el 11 de agosto desde el cosmódromo Vostochni, en el Lejano Oriente ruso, entró en órbita este miércoles, tras cinco días y casi diez horas de travesía. En todo momento Roscosmos informó de que los sistemas de la nave funcionaban con normalidad y, de hecho, envió a la Tierra imágenes de la superficie lunar y detectó el impacto de un micrometeorito, entre otros fenómenos.
La Luna-25, heredera de la soviética Luna-24, la tercera nave espacial en recabar muestras de la superficie lunar en agosto de 1976, esperaba encontrar en el satélite terrestre agua en forma de hielo. Una nave soviética, la Luna-2, ya fue la primera en posarse sobre dicho satélite en 1959, proeza que EEUU emuló años después con su programa Ranger. La Luna 25 contaba con espectrómetros de masa, detectores de partículas, detectores de polvo lunar, espectrómetros infrarrojos y un completo sistema de cámaras capaz de grabar la superficie del satélite con intervención humana remota. A esta misión le seguirán otras que llegarán a la Luna en 2028 según los cálculos de Roscosmos y estarán equipadas con perforadores.