Los últimos sondeos de las elecciones francesas pronostican un buen resultado para la extrema derecha, pero insuficiente, ya que no conseguiría la mayoría absoluta. Un escenario que abre la puerta a la formación de una "gran coalición" integrada por un conglomerado de partidos que se tendrían que poner de acuerdo para la formación de un nuevo ejecutivo. Un total de tres sondeos, publicados entre este miércoles y jueves, cuando faltan tres días para la celebración de la segunda vuelta de las elecciones a la Asamblea Nacional, auguran para Agrupación Nacional (RN) entre 190 y 240 escaños, una cifra que sitúa el partido de Marine Le Pen en la primera posición, pero lejos de los 289 diputados que marcan la mayoría absoluta. Los tres sitúan al Nuevo Frente Popular en segunda posición y prevén una importante caída de la coalición del presidente Emmanuel Macron, Juntos, que caería a la tercera posición.

Un sondeo de Ifop para la cadena de televisión LCI y el diario Le Figaro pronostica entre 210 y 240 escaños a RN, seguido del Nuevo Frente Popular (NFP), que obtendría entre 170 y 200 escaños; y Juntos, que conseguiría entre 95 y 125. Los Republicanos (LR), de carácter conservador, conseguirían entre 25 y 45, pero incluso si se sumaran a la ultraderecha no llegarían a la mayoría absoluta. Otra proyección, elaborada por OpinionWay para el medio Les Echos, augura un reparto de escaños similares: entre 205 y 230 para RN, entre 145 y 175 para la izquierda, de 130 a 162 para la coalición del presidente, y entre 38 y 50 para LR. Finalmente, otra encuesta publicada este miércoles por la radio RTL y elaborada por Harris Interactive, es algo más pesimista con la ultraderecha, pero se mantiene dentro de unas horquillas parecidas. Así, a la formación de Le Pen le otorga entre 190 y 220 escaños; a el NFP, entre 159 y 183; a Juntos, entre 110 y 135; y a los republicanos, entre 30 y 50.

Ante este escenario, la única opción de gobernabilidad pasaría por lo que se conoce como "gran coalición" o "frente republicano", que reuniría todos los partidos con la intención de aislar la ultraderecha. Sin embargo, eso implica que tendrían que ponerse de acuerdo los comunistas, los ecologistas, la izquierda de la Francia Insumisa (LFI), los socialistas, los centristas y la derecha conservadora, hecho que hace avistar unas negociaciones, como mínimo, complicadas. De momento, los diferentes partidos no han querido entrar a debatir de qué forma se podría llegar a un acuerdo de estas características, y continúan centrados en las campañas para conseguir los máximos apoyos posibles. La líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, sí que ha rechazado de lleno esta idea y ha aprovechado para instar a la ciudadanía a escoger entre "el barrizal o una mayoría absoluta del RN".

Agresiones a candidatos y el despliegue de 30.000 policías el domingo

El final de la campaña de las elecciones francesas se desarrolla en un ambiente tenso, después de que en los últimos días se hayan producido agresiones a candidatos y miembros de partidos que hacían campaña. El caso más llamativo ha sido el de la portavoz del gobierno, Prisca Thevenot, que fue atacada por un "grupo reducido de jóvenes" después de pedirles que dejaran de estropear los carteles electorales. Ella salió ilesa, pero un militante sufrió una fractura de mandíbula y una diputada sufrió una herida leve en el brazo. Una candidata del RN también ha denunciado haber sufrido un "ataque violento" en un mercado, después de que un hombre la empujara después de supuestamente haberla amenazado de muerte múltiples veces.

En este contexto, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha anunciado un amplio despliegue policial para este domingo ante la previsión de que se produzcan protestas o disturbios después de la publicación de los resultados. Así, se desplegarán un total de 30.000 agentes y gendarmes, de los cuales 5.000 lo harán en París.