La NASA ha enviado a la Estación Espacial Internacional (EEI) una tripulación muy especial: 100 calamares y 5.000 animales microscópicos. Estas criaturas llegarán a la estación espacial a bordo del cohete Falcon 9 de Space X, la compañía espacial del magnate Elon Musk. Estos seres vivos servirán para que los científicos puedan estudiar los efectos de los vuelos espaciales.
El lanzamiento se hizo este jueves a las 13:29 (hora local) desde el Centro Espacial Kennedy en Florida y se pudo seguir en directo a través del canal de Youtube de la NASA. La misión espacial 22 de Space X, que también transporta material como placas solares, servirá para abastecer la Estación Espacial de material para estudiar otros fenómenos como la resistencia del algodón o la formación de cálculos de riñón en el espacio.
El sistema inmunológico de los calamares
El calamar es un animal que tiene un sistema inmunológico similar al de los humanos y, según la NASA, este experimento "podría dar apoyo al desarrollo de medidas de protección para preservar la salud de los astronautas durante las misiones espaciales de larga duración".
Las crías de calamar que la NASA ha enviado al espacio / Jamie S. Foster
"Los animales, incluidos los calamares, dependen de sus microbios para mantener un sistema digestivo e inmunológico saludable. No entendemos completamente cómo los vuelos espaciales alteran estas interacciones beneficiosas", explica Jamie Foster, el investigador principal del experimento.
Además de calamares, se han enviado al espacio los llamados osos de agua o tardígrados, unas criaturas que toleran entornos más extremos que la mayoría de las formas de vida. Los tardígrados son un organismo ideal para estudiar la supervivencia biológica en condiciones extremas en la tierra y en el espacio.
Los seres vivos viajan en una cápsula denominada Dragon que se ha desenganchado del cohete Falcon 9 sólo 12 minutos después de empezar su viaje con destino a la EEI. La previsión es que llegue a la estación poco después de las 5 de la madrugada, hora local.
Tal como ha mostrado la retransmisión en directo de la NASA, en la parte posterior de la cápsula hay dos grandes placas solares desplegables, el primer par de un grupo de seis que reemplazarán los rígidos y veteranos que hay actualmente en el laboratorio espacial. Estas dos placas, denominadas ROSA, se colocarán este mismo mes durante varias caminatas espaciales.
Las seis nuevas placas solares que la NASA quiere empezar a montar, tienen un cuerpo de 103 millones de dólares (unos 85 millones de euros), unas dimensiones de 6 por 19 metros y, gracias a ellas, el sistema mejorado de la estación espacial podrá proporcionar unos 215.000 kilovatios de energía.
Foto principal: Imagen de recurso de un calamar / Unsplash - Emile Schilders