"La democracia acabará imponiéndose". Estas han sido las palabras de la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, en el discurso de clausura de este lunes de la Conferencia del Partido Nacionalista Escocés (SNP) en que ha señalado las reticencias de Boris Johnson al segundo referéndum de independencia.
Ahora hace justo una semana, Sturgeon se marcaba una fecha límite para volver a poner las urnas: antes de que acabe el 2023. "Espero que los gobiernos escocés y británico puedan llegar a un acuerdo, como hicimos en el 2014, para permitir que los deseos democráticos de los habitantes de Escocia sean escuchados y respetados", ha pedido.
El entendimiento con Londres, sin embargo, no parece estar cerca. Desde el ejecutivo de Boris Johnson se han mostrado en reiteradas ocasiones contrarios a permitir un segundo referéndum de independencia, o cuando menos, reticentes a convocarlo en breve. "Ahora no es el momento de ocuparnos de eso", rechazaban de nuevo ayer desde Downing Street, justificando que los esfuerzos tienen que ir ahora centrados al combatir la pandemia y la crisis económica.
Un nuevo escenario para el referéndum de Escocia
Sin duda, la pandemia de covid-19 ha supuesto una conmoción en los planes del gobierno escocés, también con respecto a la celebración del segundo referéndum que el SNP llevaba en el programa electoral. La victoria del independentismo escocés el mes de mayo, cuando Nicola Sturgeon salió reelegida a sólo un escaño de la mayoría absoluta, se leyó como una clara voluntad del pueblo escocés de volver a poner las urnas, aunque solo cuando la mejora de los contagios lo permitiera.
Ahora, los nacionalistas escoceses cuentan con la colaboración de los verdes – con quienes suman 72 escaños, siete por encima de la mayoría absoluta – para sacar adelante el segundo referéndum. Durante el discurso de este lunes, Sturgeon apelaba a un "espíritu de cooperación" con el gobierno británico para hacerlo posible. "Francamente, no depende del gobierno de Westminster - que sólo tiene seis representantes en Escocia - decidir nuestro futuro sin el consentimiento de la gente que vive aquí", ha defendido la primera ministra, que cree que la cooperación con el Reino Unido continuaría después de una independencia como iguales.
Por ahora, sin embargo, conseguir un acuerdo es primordial para el gobierno de Sturgeon porque la legislación escocesa reserva todos los asuntos relacionados con la unión de los reinos de Escocia e Inglaterra al Parlamento del Reino Unido. Así pues, hace falta que Westminster aplique la llamada "Sección 30" para que ceda al parlamento escocés la autoridad de convocar un referéndum.
Así se hizo en 2014, cuando el entonces primer ministro David Cameron permitió que Escocia votara por primera vez si quería ser un estado independiente. Ahora, sin embargo, el gobierno de Boris Johnson tiene una postura más dura y sólo ha abierto la puerta a celebrar un segundo referéndum si un 60% de los escoceses lo quiere.
¿Ha crecido el independentismo en Escocia?
Según la última encuesta de Opinium por SkyNews sólo un 31% de los encuestados cree que no se tendría que celebrar un segundo referéndum, mientras que un 59% opina que sí. La encuesta también constata un resultado ajustado en caso de celebrarse el referéndum, en que el independentismo ganaría con el 51% de los votos al 49% del No (excluendo las personas indecisas).
Si se cumplieran estas predicciones, la opción de una Escocia independiente sumaría más de 6 puntos respecto de los resultados del referéndum de 2014, cuando el No ganó con el 55,3% de los votos.
El descontento por el Brexit o el último aumento de impuestos de Johnson podrían ser algunos de los motivos que justificarían este crecimiento del independentismo. Ahora, sin embargo, una victoria del Sí comportaría un escenario bien diferente que en 2014. Si hace 7 años una Escocia independiente quedaba fuera de la Unión Europea, con el Brexit sería una posibilidad para que los escoceses volvieran a ser miembros. "Ahora es el momento de renovar nuestra causa y decidir nuestro futuro: un futuro que es justo, verde y Europeo", defendió al líder del SNP en Westminster, Ian Blackford, en la Conferencia del SNP donde ha quedado claro que el objetivo de los nacionalistas es sumar apoyos, pactar el referéndum con Londres y conseguir una victoria del Sí.