La ministra principal del gobierno escocés, Nicola Sturgeon, anunció hoy que promoverá la legislación pertinente para celebrar un segundo referéndum de independencia de Escocia entre el otoño del 2018 y la primavera del 2019.
En una rueda de prensa en Bute House, su residencia oficial en Edimburgo, la líder independentista señaló que debe "actuar" antes de que sea "demasiado tarde", debido al "muro de intransigencia" que le plantea el gobierno de la conservadora Theresa May ante el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
"En mi opinión, es importante que Escocia pueda ejercer el derecho a elegir su propio futuro cuando las opciones estén más claras que ahora, pero antes de que sea demasiado tarde para decidir nuestro propio camino", afirmó.
Sturgeon reveló sus intenciones en vísperas de que la primera ministra británica, Theresa May, invoque el artículo 50 del Tratado de Lisboa -lo que iniciará los dos años de negociación con Bruselas para la salida de la UE-, una vez reciba, posiblemente esta noche o en los próximos días, la autorización del Parlamento británico.
Orden 30 del Parlamento de Londres
La ministra principal precisó que la semana próxima pedirá al Parlamento autónomo escocés que le autorice a solicitar la llamada "Orden 30" del Parlamento de Londres, que, si es concedida, permitiría convocar ese segundo referéndum, tras el celebrado el 18 de septiembre del 2014.
En virtud de la legislación autonómica, para organizar el nuevo plebiscito -si es que se recibe la aprobación del Gobierno y el Parlamento nacionales-, se precisaría la fecha y los términos del mismo, explicó.
La líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) argumentó que el pueblo de Escocia debe poder elegir entre convertirse en una nación independiente o "el Brexit duro" que promueve May, que ya ha dicho que quiere dejar completamente la UE, incluido el mercado único.
Sturgeon argumentó que la líder conservadora no ha escuchado las ofertas de su Gobierno de negociar la permanencia de Escocia en el mercado único tras la salida del Reino Unido del bloque, incluidas en un documento que remitió al Gobierno de Londres.
La líder escocesa acusó a May de no haberse "movido ni un ápice" en busca de un consenso con la región escocesa, que, con Irlanda del Norte, votó por amplia mayoría, de un 62 frente al 38 %, a favor de quedarse en la UE en el referéndum británico del pasado 23 de junio.
Aviso de May
Tras este anuncio, el Gobierno británico consideró hoy que convocar un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia causaría división y una "gran incertidumbre económica". "Otro referéndum sería divisorio y causaría una enorme incertidumbre económica en el peor momento", señaló el Gobierno en una nota divulgada hoy.
Hace más de dos años, los escoceses votaron "de manera decisiva" a favor de seguir formando parte del Reino Unido y "la evidencia muestra claramente" que la mayoría de la población de la región "no quiere un segundo" plebiscito sobre la escisión. En su comunicado, el Gobierno británico señala que busca conseguir con la UE una asociación que sea de beneficio para todo el Reino Unido y que en las negociaciones con la UE "se tendrán en cuenta los intereses de todas las naciones del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) ".
Además, añade que el Ejecutivo británico ha trabajado con "todas las administraciones autónomas" y que "ha escuchado sus propuestas", al tiempo que subraya que reconoce áreas de interés común, como los derechos de los trabajadores, la situación de los ciudadanos comunitarios que viven en el Reino Unido y la seguridad. Según Londres, el Gobierno escocés debería centrarse en facilitar buenos "servicios públicos" para la población de Escocia.