Muy movilizado el electorado francés en estos comicios decisivos. La tasa de participación en la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia ha sido del 59,71% a las 17 horas, según los datos oficiales publicados este domingo por el Ministerio del Interior francés. La cifra supone un aumento de más de 21 puntos respecto a los últimos comicios, en 2022, cuando fue del 38,11%; y todo un récord respecto a las elecciones de los últimos 20 años, en las que la participación a esta hora no superaba el 50%. Sin embargo, es similar a la de la primera vuelta, celebrada el pasado 30 de junio, cuando a la misma hora habían votado el 59,4% de los electores. Este segundo dato de participación, pues, confirma la tendencia anunciada al mediodía, cuando un 26,63% de los franceses había asistido a las urnas, la cifra más alta desde 1981, cuando ganó la izquierda. Los colegios cerrarán a las 18 horas en gran parte del país, excepto en las grandes ciudades, donde las votaciones se alargan hasta las 20 horas. 

Los franceses acuden masivamente a las urnas en unos comicios marcados por la polarización derivada de la posibilidad de que el lepenismo logre formar gobierno. Algunos de los principales actores políticos del país ya han depositado su papeleta. Lo ha hecho el primer ministro, el macronista Gabriel Attal, que podría acabar perdiendo el cargo si la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, el candidato del cual es el joven Jordan Bardella, consigue una mayoría absoluta que se presenta complicada, dada la movilización que despierta esta posibilidad entre sus contrarios. También ha votado el líder de la formación conservadora Los Republicanos, Éric Ciotti, y el expresidente François Hollande, miembro del Partido Socialista y que se presenta a los comicios para ser diputado bajo la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular.

Estas son unas elecciones decisivas en Francia, país que escoge la composición de la Asamblea Nacional, su parlamento, y se enfrenta a la posibilidad de tener un Gobierno de extrema derecha, con un lepenismo 3.0 que hace tiempo que está en auge en todos los comicios y que en la primera vuelta lideró con un 33% del voto. Se enfrenta a un macronismo (centroderecha) en horas bajas (20% del voto a la primera vuelta) y el que ahora parece su principal rival: el Nuevo Frente Popular, una coalición de todas las izquierdas, desde los socialistas más moderados hasta comunistas y los 'insumisos' de Jean-Luc Mélenchon, que presenta un programa transformador consensuado y que quedó en segunda posición a la primera vuelta con el 28% de los votos. Cabe recordar que estas no son elecciones presidenciales, sino legislativas, de forma que el presidente Emmanuel Macron seguirá en el cargo hasta el 2027 —si no las avanza, como hizo con las legislativas por la derrota que sufrió a las europeas de junio—.