Este martes por la mañana, Suecia y Dinamarca registraron fugas en el gasoducto Nord Stream, por el que Rusia provee de gas a diferentes países europeos. Eso hizo que sus gobiernos tuvieran que declarar la emergencia en los sectores eléctricos y gasísticos después de las fugas registradas. Desde el principio, estas fueron analizadas con lupa, ya que era extraño que las tuberías se rompieran. Eso provocó que durante todo el día fueran creciendo las sospechas que estos errores no habían sido un accidente sino un acto intencionado. Estas tesis se intensificaron después de que el Servicio Sísmico Nacional de Suecia detectara explosiones cerca de los gasoductos Nord Stream 1 y 2, pues las explosiones submarinas en el mar Báltico se registraron poco antes de la aparición de los escapes, muy poco habituales. Después de horas de incertidumbre y de analizar la situación, tanto el gobierno de Suecia como el de Dinamarca han confirmado que creen que los escapes se deben a un acto intencionado.
Así, las dos primeras ministras de los países nórdicos se han manifestado en la misma dirección. Desde Copenhague, Mette Frederiksen ha asegurado que la "clara valoración de las autoridades danesas es que se trata de un acto intencionado y no de un accidente", mientras que en Estocolmo, el todavía líder del país, Magdalena Anderson ha apuntado que "probablemente" detrás de las incidencias detectadas hay un sabotaje. Las dos coincidieron también a evitar señalar a quienhabría podido ser el autor y se han limitado a destacar la gravedad del incidente. Hay que tener en cuenta que no se puede hablar de un ataque directo a estos países, ya que ha tenido lugar fuera de sus fronteras, pero los afecta de lleno. Mientras tanto, Rusia se ha limitado a lamentar y condenar la situación, de la cual se desentiende.
Siguen las investigaciones en el gasoducto
¿Por qué las dos primeras ministras coinciden en decir que se trata de un acto intencionado? Aunque siguen intentando recoger información, de momento se han basado en las mediaciones realizadas por sus servicios sísmicos nacionales, que detectaron explosiones en torno a las tres fugas. Antes de que estas se produjeran, Dinamarca ya había elevado el nivel de emergencia hasta el segundo más alto, es decir, el naranja. Así, aumentarán la seguridad en plantas, edificios instalaciones eléctricas y gasísticas, entre las cuales el Norte Stream. Suecia y Noruega han acabado actuando en la misma línea.
Las palabras de Von der Leyen
En Bruselas ya ha habido reacciones a lo que ya sa da por hecho que se trata de un acto intencionado grave. En este sentido, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen ha asegurado que si se confirma el sabotaje, habrá una "respuesta fuerte". Así, ha avanzado que "ahora es primordial investigar los incidentes, obtener toda la caridad sobre lo que ha pasado y por qué. Cualquier interrupción deliberada de una infraestructura energética europea activa es inaceptable". Von der Leyen ha podido hablar con Mette Frederiksen, la primera ministra danesa, que le ha detallado el estado de la investigación.