El controvertido pacto de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) con la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD) para imponer más restricciones a la inmigración no solo ha despertado las críticas de la excanciller Angela Merkel. Albrecht Weinberg, uno de los supervivientes de Auschwitz, ha anunciado este jueves que devolverá la medalla de la Orden al Mérito al presidente Frank-Walter Steinmeier en señal de protesta por una alianza que, según su opinión, le hace temer "que la historia se repita". Weinberg, que cumplirá 100 años en marzo, regresó al país centroeuropeo en 2012, tras pasar más de 60 años en Estados Unidos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los partidos políticos alemanes decidieron excluir a la extrema derecha de todos los pactos y negociaciones en el ámbito federal, una regla calificada de "cordón sanitario". Este miércoles, la CDU rompió esta norma no escrita al votar con AfD una moción para poner en marcha controles fronterizos permanentes y que "se rechacen todos los intentos de entrar ilegalmente en el país", algo inédito hasta la fecha en Alemania. AfD es una formación en auge en el país durante los últimos años —han ganado algunas elecciones regionales y las encuestas los sitúan como segunda fuerza a escala federal—, que está siempre en el punto de mira por sus postulados contrarios a la inmigración, especialmente con respecto a los musulmanes, y los vínculos de algunos de sus miembros con grupos neonazis.

En este sentido, Weinberg está preocupado por la posibilidad de que las ideas más extremas y radicales vuelvan a coger peso en un espectro político que todavía recuerda las atrocidades perpetradas por Adolf Hitler. El superviviente del Holocausto ha contado que "lo que viví durante mi juventud fue horrible", hasta el punto de que la dictadura nacionalsocialista asesinó a cuarenta miembros de su familia. Por eso, ver lo que ha sucedido esta semana en el Bundestag le hace rememorar temores que llevaba décadas sin sentir. "No soy político, pero lo que Friedrich Merz —el líder de la CDU— hizo en el parlamento el miércoles es imperdonable. Su éxito con los votos de AfD despertó en mí antiguos miedos, y no suelo asustarme fácilmente", ha relatado Weinberg.

Weinberg ha declarado a RND que recibir la condecoración fue "un gran honor". "Me gustaba llevarla", ha asegurado. "Ya sabes, después de todo lo que sufrí en Alemania como judío, me llenaba de orgullo. Me sentí muy, muy honrado cuando la recibí en 2017. Pero ahora ya no la quiero", ha afirmado. En 2012 él y su hermana Friedel decidieron volver a Leer, en el norte de Alemania, el pueblo donde habían crecido hasta el ascenso del régimen nazi. Desde entonces, el superviviente se ha dedicado a viajar por las escuelas de todo el país para concienciar a los jóvenes sobre "lo que podría pasar si vuelven a alcanzar el poder" y compartirles el infierno que vivió en Auschwitz. Esta tarea llevó al gobierno alemán a otorgar a Weinberg la Cruz del Orden al Mérito, el reconocimiento más alto del país.