Supervivientes de Auschwitz y representantes de más de 50 países han conmemorado este lunes, en el antiguo campo de exterminio nazi, el 75º aniversario de su liberación con una ceremonia protagonizada por los exprisioneros quienes han pedido a la comunidad internacional que, pese al paso del tiempo, nunca se olvide ni el Holocausto ni lo que allí pasó.
El sol casi primaveral que brillaba sobre Auschwitz poco tiene que ver con el escenario de intenso frío y nieve que relataron los soldados soviéticos que llegaron hasta las alambradas de Auschwitz-Birkenau el 27 de enero de 1945 para liberar a los miles de prisioneros que, abandonados a su suerte por los alemanes, esperaban famélicos la llegada de su última hora.
"Oíamos disparos cercanos al campo y sabíamos que pronto vendrían las tropas liberadoras, aunque la verdadera liberación no llegó hasta tiempo después, cuando logramos interiorizar lo sucedido y ser conscientes de que la pesadilla había terminado", ha assegurado Batsewa Dagan, una de las supervivientes que han relatado su experiencia.
Los auténticos protagonistas
Han sido los supervivientes los auténticos protagonistas de esta ceremonia que se ha mantenido lo más alejada posible de cualquier uso político, según los responsables del museo-memorial de Auschwitz. A la ceremonia han asistido cerca de 200 exprisioneros, muchos de ellos ataviados con el pañuelo con rallas azules y blancas propio del campo. Entre ellos la superviviente Elza Baker, quien pese a su parálisis parcial ha tomado la palabra para "exigir" a los mandatarios asistentes que la memoria de Auschwitz no se pierda.
"Todo comienza con pasos que al principio pueden pasar desapercibidos, haciendo que una comunidad sea infravalorada, discriminada en pequeñas cosas, para ser poco a poco apartada hasta acabar desterrada en guetos, campos de concentración y morir en cámaras de gas", ha afirmado el superviviente lituano Marian Turski.
Turski ha descrito el antisemitismo que se vivía en Alemania y en otros países durante los años previos a la II Guerra Mundial: "Auschwitz no fue algo que sucedió de repente, que surgió de la nada, sino que nació de un proceso largo de odio que fue extendiéndose hasta degenerar en este asesinato masivo".
"Si eso pudo pasar entonces, eso quiere decir que podría volver a pasar. No lo permitamos, velemos por proteger a las minorías y no seamos indiferentes ante los abusos cometidos contra los más débiles", dijo.