Entre mucha expectación, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos (EE.UU.) ha decidido mantener el acceso a la píldora abortiva mifepristona. Aunque hace más de 20 años que está aprobada por su uso por las autoridades reguladoras estadounidenses, la deriva antiabortista que ha tomado el Supremo los últimos años despertaba preocupación entre el movimiento a favor a decidir sobre el propio cuerpo.
La decisión supone la primera vez que el Supremo se pronuncia en un caso relativo al aborto después de su controvertida decisión el verano pasado eliminar la protección constitucional de que disfrutaba desde los años setenta, provocando un alud de restricciones en los estados gobernados por conservadores. Dos de los jueces más conservadores de la corte, Clarence Thomas y Samuel Alito, se mostraron en desacuerdo con la decisión. Thomas no explicó sus razones para disentir, pero Alito publicó una opinión separada de cuatro páginas en que asegura que mantener las restricciones impuestas a estados como Tejas o Louisiana no habría supuesto un gran cambio en el acceso al fármaco.
A pesar de todo, esta decisión no implica que se pueda recetar en aquellos estados que han prohibido su uso. Sin embargo, sí que asegura que el acceso al fármaco, incluido por correo, se mantiene como hasta ahora, al menos hasta que se resuelva la apelación. La organización Planned Parenthood, que gestiona la red de clínicas de salud reproductiva mayor del país, celebró la decisión de este viernes, pero advirtió que la salud de las mujeres no tendría que estar a merced del sistema judicial.
Una victoria a medias
Si bien ha sido que todavía está perseguido el aborto, esta nueva decisión del TS no ha estado la vez que se esperaba. Así pues, los partidarios del derecho a decidir sobre el propio cuerpo han celebrado el posicionamiento del Supremo. En un mensaje celebrando la decisión del Supremo, el presidente norteamericano, Joe Biden, ha destacado que "la mifepristona sigue estando disponible y está aprobada para su uso seguro y efectivo mientras continuamos con la batalla en los tribunales", según recopilación Efe.
La vicepresidenta norteamericana, Kamala Harris, que ha liderado la respuesta de la Casa Blanca a las sucesivas restricciones al aborto aprobadas en varios estados conservadores, ha celebrado también la decisión del Supremo, aunque ha defendido que "nadie se tendría que inmiscuir entre una mujer y su médico".