El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ha pedido este viernes al Consejo Nacional Electoral (CNE), el órgano rector de las elecciones en el país, las actas de escrutinio de las presidenciales del 28 de julio, como parte de una investigación para “verificar y certificar” el resultado oficial de estos comicios, que dieron la victoria al presidente Nicolás Maduro para un tercer mandato entre una gran polémica por las acusaciones de fraude por parte de la oposición. Según la sentencia, el CNE tiene tres días para entregar a la sala estos documentos, además del “acta de adjudicación y el acta de proclamación” de las elecciones. 

Asimismo, el tribunal, comprometido "con la paz y la democracia", solicita al CNE “todos los elementos” que prueben “el ataque cibernético denunciado contra el sistema informático” de la institución, que representó un “impedimento a la oportuna transmisión de los resultados electorales”, apunta la sentencia. Paralelamente, este sábado hay convocadas manifestaciones por parte del chavismo y de la oposición, cada una para reivindicar sus respectivas "victorias" electorales, en la que se prevé como una nueva jornada de tensión en las calles.

Este viernes, los candidatos, a excepción del abanderado de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia, asistieron a una comparecencia convocada por el alto tribunal venezolano —presidido por la chavista Caryslia Rodríguez—, en la cual se instó a “todos los sujetos intervinientes” a acatar la sentencia que se emanará, en un lapso aun sin estimar, sobre la revisión del resultado. Rodríguez explicó que esta audiencia respondía al recurso de amparo pedido por Maduro, por el que la Sala Electoral del tribunal se compromete a “investigar, verificar y certificar, de manera inequívoca e irrestricta, los resultados de esos comicios”. El opositor González Urrutia, que asegura haber ganado, explicó que no asistió al TSJ “en defensa de la voluntad popular expresada, de manera contundente, el pasado 28 de julio, y para evitar que esa voluntad sea desconocida”.

El mundo, expectante

Con el conteo del 96,87 % de las actas transmitidas, según el balance presentado este viernes por el CNE, Maduro fue reelegido como presidente para un tercer mandato con el 51,95 % de los votos, mientras que González Urrutia obtuvo el 43,18 % de los apoyos. Sin embargo, la oposición mayoritaria —agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) que lidera Maria Corina Machado— aseguran tener el 81% de las actas electorales que demuestran, dicen, que su candidato ganó los comicios por amplio margen. Esta versión de la oposición la han secundado algunos gobiernos conservadores como los de Argentina, Uruguay, Ecuador, Perú, Panamá y Costa Rica, así como Estados Unidos, con quien el chavismo ha mantenido siempre tensiones diplomáticas. El Gobierno de Maduro ha ordenado esta semana retirar sendos embajadores.

Mandatarios de izquierdas, por su parte, han sido más comedidos a la hora de posicionarse, si bien la sorpresa fue el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien fue uno de los primeros líderes internacionales en exigir transparencia en el conteo de votos. Por su parte, Colombia (Gustavo Petro), Brasil (Lula da Silva) y México (Andrés Manuel López Obrador) —cuyos gobiernos son aliados o cercanos a Maduro— han señalado en un comunicado conjunto que las "controversias electorales" deben dirimirse por la vía "institucional" y que el principio de la soberanía popular debe ser respetado mediante la "verificación imparcial de los resultados". Al mismo tiempo, llamaron a los actores políticos a actuar con "la máxima cautela y contención" durante las protestas en contra de los resultados oficiales, para evitar "una escalada de episodios violentos", después de que se reportaran al menos doce muertos y cientos de detenidos.

Maduro augura un intento de "atentado"

Antes de las manifestaciones convocadas para este sábado, Nicolás Maduro denunció ayer que los "comanditos" —grupos de organización política de la campaña del opositor González Urrutia— pretenden "hacer un atentado" en Caracas el sábado, en las manifestaciones convocadas por la líder antichavista María Corina Machado, en rechazo a los resultados electorales oficiales. "Quiero denunciar una nueva emboscada que se pretende mañana sábado. Lo pensé muy bien, porque pudiéramos estar desvelando una fuente de información que venimos trabajando de grupos de delincuentes de los comanditos. (...) Parte de estos grupos de comanditos, armados con granadas y otras armas, pretenden hacer un atentado mañana en la zona de Bello Monte (Caracas)", dijo Maduro a través del canal estatal VTV.

Asimismo, aseguró que "no es la primera vez que la derecha pretendería atacar a su propia gente", a la vez que alertó de "órdenes de la señora Machado y con complicidad y conocimiento del señor González Urrutia". "Esta extrema derecha es experta en falsos positivos. Y están muy molestos, porque el pueblo les dio una lección. No pudieron, con su emboscada, asaltar el poder", manifestó el presidente. Ante esto, informó que dio "las órdenes precisas" para que "las fuerzas de inteligencia, contrainteligencia, (de) seguridad y policía" protejan Caracas el sábado.

Maduro también denunció que "el Gobierno de los Estados Unidos, junto al [magnate, dueño de X] Elon Musk y la internacional fascista de [Javier] Milei", presidente de Argentina, están al frente de "un golpe de Estado" en Venezuela. El estadounidense Centro Carter, que participó como observador en los comicios, manifestó este martes que el proceso "no se adecuó" a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que "no puede ser considerada como una elección democrática", tanto por el manejo de la campaña electoral, como por la jornada de las votaciones y el día posterior. Precisamente, Maduro amenazó este viernes a EE.UU.  y “sus asociados en el mundo” con dar los bloques petroleros y gasíferos que operan en el país caribeño a sus aliados del grupo de economías emergentes BRICS si las autoridades de la nación norteamericana “cometen el error de su vida” y siguen adelante con sus “planes desestabilizadores” en Venezuela.