Europa y la Alianza Atlántica todavía no han hecho oficial como será la respuesta a la ofensiva militar a gran escala que esta madrugada ha iniciado en varios puntos de Ucrania al presidente ruso Vladímir Putin. De momento, todo el mundo habla de sanciones económicas y administrativas para intentar detener el ataque de Rusia contra posiciones ucranianas, pero todavía no hay ninguna respuesta efectiva que haya hecho mover ni un centímetro la estrategia rusa.
Mientras estas hostilidades, que son combatidas en alguna zona con escaramuzas entre los dos ejércitos, siguen, algunos líderes mundiales ya han abierto la puerta a utilizar un arma que podría hacer poner Putin a su sitio: aislar el país del sistema bancario mundial.
Hace semanas, coincidiendo con la escalada de tensión y los movimientos de tropas que había comenzado el Kremlin, desde los Estados Unidos ya se había avanzado en la posibilidad de retirar Rusia de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT), un hecho que dejaría el país fuera de la red de alta seguridad que conecta todas las instituciones financieras del mundo. Apagar este sistema en Rusia comprometería la capacidad del país de Putin a mantener cualquier tipo de acuerdo de compraventa con otros países. Esta mañana el presidente ucraniano Vladímir Zelenski se ha sumado a las peticiones para retirar Rusia de la SWIFT y dejar fuera de juego, en el ámbito económico, el país que está intentando ocupar Ucrania desde primera hora de este jueves histórico.
El botón rojo para activar la desconexión del SWIFT
El botón rojo del SWIFT es un arma de doble corte. Si bien es cierto que Rusia dejará de recibir divisas, también implicaría la imposibilidad de comprar nada al país de Vladímir Putin, un hecho que complicará las finanzas del Kremlin y de las empresas próximas al gobierno ruso, pero que también podría traer problemas a terceros países que necesitan algunas de las mercancías que negocian con ellos como gas, metales o petróleo.
¿Qué es, sin embargo, exactamente, la SWIFT? Es un mecanismo de control aceptado por más de 10.000 entidades financieras por todo el mundo que permite el intercambio de pagos, de manera presuntamente segura, por todo el mundo. Desde el año 1973 que está en vigor este mecanismo de intercambio de datos entre bancos por todo el mundo después de dejar atrás el fax, que es el que había hecho este control hasta entonces. Esta sociedad, que tiene el monopolio del control de las transacciones, tiene la sede en Bélgica y siempre se ha mostrado neutral y equidistante, un hecho que, según los expertos, podría complicar que tomara una medida de fuerza como la que ya se está reclamando internacionalmente.
Uno de los precedentes de esta arriesgada operación es el año 2012 cuando a instancias de las sanciones que aplicó la Unión Europea contra el plan nuclear de Irán, se desconectó el país de la SWIFT. Según datos oficiales, el país vio caer un 50% sus ingresos por exportaciones y la caída de un 30% la venta de petróleo en el extranjero.
Rusia prueba SPFs y el CIPS chino
Vladímir Putin sabe perfectamente que una de las sanciones que pueden aplicarle desde la Unión Europa puede acabar con la expulsión de Rusia del sistema SWIFT, un hecho que lo podría dejar a oscuras para hacer operaciones económicas con países extranjeros. Es por eso que hace tiempo que el Kremlin puso en marcha un sistema del control del pago entre entidades bancarias, el SPFS. También están haciendo pruebas con el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos de China (CIPS) y con criptomonedas.