Los talibanes han llegado a las afueras de Kabul, donde el Gobierno afgano reconoció que se produjeron "disparos", aunque los insurgentes aseguran que no entrarán en la capital por la fuerza y están negociando una transición de poder. "En varias áreas remotas de Kabul se han escuchado disparos. Las fuerzas de seguridad del país, en coordinación con los socios internacionales, controlan la situación de seguridad en Kabul", aseguró en Twitter la oficina del Palacio Presidencial afgano.
Pánico en la capital
La situación es de pánico en la capital, con las autoridades afganas pidiendo a todos los funcionarios que abandonen sus puestos de trabajo y vayan a sus hogares, mientras cierran tiendas y bancos, con el tráfico paralizado por grandes atascos.
Los talibanes, en un comunicado, han pedido a sus combatientes, tras tomar el control de casi la totalidad del país, "no luchar en Kabul" y que permanezcan "en las puertas" de la capital, sin tratar de entrar en la ciudad.
Veintiséis capitales regionales
De momento, los talibanes elevaron este domingo a 26 las capitales regionales capturadas en poco más de una semana con la anexión de la suroriental Gardiz, la central Nilli, y la oriental Jalalabad, la quinta ciudad más grande de Afganistán. "Los talibanes entraron este domingo en la ciudad de Jalalabad sin combatir y la provincia les fue entregada sin enfrentamientos como resultado de la mediación de los líderes tribales", dijo a Efe un alto funcionario del Gobierno de la provincia de Nangarhar, de la que esta ciudad es su capital, que pidió el anonimato.
Los talibanes ahora controlan todo Jalalabad y sus distritos, mientras algunas de las fuerzas de seguridad que se retiraron se habrían dirigido a Kabul. Jalalabad es la quinta ciudad más grande de las 34 provincias que componen el país y la más importante en el este de Afganistán.
Más capitales de provincia
Nilli, capital de la provincia central de Daikundi, también cayó este sábado por la noche los talibanes sin que se produjesen choques entre las fuerzas nacionales y los insurgentes. "No hubo enfrentamientos en Nilli, todas las fuerzas de seguridad y funcionarios locales evacuaron la ciudad sin enfrentamientos y los talibanes ahora tienen el control de la ciudad", dijo a Efe la diputada por Daikundi en la Cámara Baja del Parlamento, Sherin Mohsini.
"Me alegra que no haya habido combates que pudiesen acabar con la vida de nuestros jóvenes, pero me enfada que el Gobierno entregue las provincias a los talibanes con tanta facilidad y sin resistencia", añadió
En este sentido, la representante se pregunta: "Si el plan era entregar las ciudades a los talibanes, ¿por qué durante el último año el Gobierno envió a las fuerzas de seguridad a combatir contra los talibanes y perdimos miles de tropas?".
Gardiz, capital de la provincia suroriental de Paktia, también fue capturada por los talibanes anoche después de que las fuerzas de seguridad afganas abandonasen la ciudad sin oponer resistencia. "Los talibanes tienen ahora el control de la ciudad y (la) están patrullando", apuntó a Efe un miembro del Parlamento que representa a Paktia en la Cámara Baja del Parlamento, que pidió el anonimato.
Por su parte, el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, confirmó en una serie de mensajes en Twitter que las ciudades de Jalalabad, Gardiz y Nilli se encuentran bajo el control total de sus combatientes. La caída de estas tres ciudades se suman a las 23 capitales regionales capturadas en los últimos días como parte del imparable avance talibán, que tras el anuncio de la fase final de la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN han aprovechado para incrementar la violencia en el país.
En los últimos tres meses y medio, los insurgentes han capturado 140 centros de distrito y 26 capitales de provincia, con solo ocho ya bajo control del Gobierno afgano, la mayor ganancia territorial de los talibanes en dos décadas de guerra.
Vuelos y cajeros colapsados
Coincidiendo con esta situación, los vuelos de Kabul a Dubai, una de las principales rutas aéreas todavía abiertas, con parada en Estambul, ha pasado a costar 2.525 dólares por pasajero y se está saturando. También se han formado colas importantes frente a los cajeros de gente que quería retirar dinero antes de la llegada de los talibanes.