Túnez, uno de los países musulmanes que más ha avanzado en su camino hacia la democracia, pasa por una situación bastante delicada desde que su presidente, Kais Said, anunció este domingo por sorpresa el cese del primer Ministro, Hichem Mechichi, y la suspensión del Parlamento. Horas después, Said también cesó a los ministros interinos de Defensa y Justicia, Ibrahim Bartaji y Hasna Ben Slimane respectivamente.
Tras esta decisión, que entró en vigor de manera retroactiva a partir de ayer, domingo, las carteras serán dirigidas por los secretarios generales o encargados de asuntos administrativos y financieros de los departamentos correspondientes hasta la designación de un nuevo primer ministro y la formación de un equipo de Gobierno.
Lo hizo haciendo uso del artículo 80 de la Constitución que recoge que "en caso de peligro inminente que amenace la nación, la seguridad o la independencia del país y obstaculice el funcionamiento regular de los poderes públicos, el presidente de la República puede tomar las medidas necesarias ante las circunstancias excepcionales tras consultar con el jefe de Gobierno y el presidente del Parlamento".
Esta decisión llegó después que miles de ciudadanos protestaran en varios puntos del país para reclamar la dimisión del Gobierno y la disolución del Parlamento por su mala gestión de la crisis sanitaria y por el deterioro de las condiciones de vida, que se concretan en un índice de paro y pobreza que va al alza. Y, aunque ha habido protestas en contra de la decisión, también las ha habido a favor como en el vídeo que se ve a continuación.
Thousands of people celebrated in the streets of Tunis after Tunisia's President Kais Saied dismissed the government and froze the activities of parliament, a move decried by his critics as a coup https://t.co/PR0n4dyQ9A pic.twitter.com/K3S1uevduM
— Reuters (@Reuters) July 26, 2021
De hecho, en varias localidades, como Kairouan (centro), Sfax (centro-este) y Tozeur (suroeste), varios manifestantes atacaron diferentes sedes regionales del partido islamista Ennahda, primera fuerza parlamentaria y socio del Gobierno. También reclamaron millonarias indemnizaciones para las víctimas de la dictadura.
La mala relación entre el presidente y el primer ministro se remonta a comienzos de año, cuando Said se negó a aceptar una reforma del Gobierno ratificada por el Parlamento al considerar que no fue consultado previamente y debido a las sospechas de conflicto de intereses que planean sobre algunos de los nuevos miembros.
Tensión en el Parlamento
En declaraciones a la radio local "Mosaïque FM", uno de los principales líderes del partido islamista Ennahda, socio del Gobierno, Ali Al-Arayedh, calificó esta decisión de "golpe de Estado contra las instituciones del Estado".
Durante la madrugada de este lunes, la tensión subió cuando el mismo presidente del Parlamento, Rachid Ghannouchi, también líder histórico del partido moderado Ennahda, intentó entrar en la Cámara junto con otros diputados de diversos partidos en la sede parlamentaria, y encontró que los miembros de las fuerzas de seguridad se lo impidieron.
🚨 🇹🇳 #URGENT | L'armée encercle et protège le parlement sur ordre du président Tunisien, et empêche le chef du parlement Ghannouchi d'y entrer. Rachid Ghannouchi et sa délégation sont en sit-in devant le parlement. #تونس_تنتفض_ضد_الاخوان
— Arab Intelligence - المخابرات العربية (@Arab_Intel) July 26, 2021
pic.twitter.com/pxqokfKSPI
Con el paso de las horas, y a pesar de unas tórridas temperaturas cercanas a los 40 grados centígrados y el hecho de que las calles estuvieran cortadas al tráfico, centenares de militantes islamistas se acercaron este lunes por la mañana al Parlamento para protestar contra lo que calificaron como "el golpe de Saied". Pese a un importante despliegue policial, decenas de seguidores del presidente y militantes de Ennahda se agolparon en las inmediaciones de la Asamblea y protagonizaron intercambios de piedras en los que varios ciudadanos resultaron heridos.
Otros de los principales partidos parlamentarios como Corazón de Túnez y la Coalición Dignidad calificaron las medidas del mandatario de "golpe de Estado constitucional" y llamaron a retomar el trabajo del hemiciclo y del Ejecutivo para evitar un vacío de poder. Sin embargo, formaciones como Movimiento del Pueblo o Corriente Popular mostraron su apoyo al presidente.
Otro elemento que aumentó la tensión en el país fue la irrupción de soldados del Ejército a las oficinas de la cadena de televisión catarí Al Jazeera. "Condenamos el asalto de la oficina de Al Jazeera en Túnez y la implicación de los medios de comunicación en los conflictos políticos", afirmó la fuente en su cuenta de Twitter y explicó que agentes vestidos de civil entraron al local sin una autorización judicial, confiscaron las llaves y obligaron a los periodistas a apagar los teléfonos y ordenadores.
Una década de inestabilidad
Túnez inició su transición democrática en 2011 con la llamada "Revolución de los Jazmines", que puso fin a dos décadas de la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, y durante la cual se han sucedido un total de diez gobiernos que han agravado todavía más la crisis económica y social.