Los propagandistas de la televisión estatal rusa cuentan los días para que se acabe la guerra. En las últimas semanas, los comentaristas han hablado con más libertad sobre los errores de Vladímir Putin en la invasión de Ucrania, aunque todavía parecen convencidos que la nueva estrategia de atacar infraestructuras civiles y hacer sufrir todavía más la población forzará a Kyiv a llegar a un acuerdo con Moscú. Con todo, algunos se dan cuenta de que, con cada misil, cada vez están más lejos de conseguir la simpatía del pobre ucraniano. En un momento insólito en plena represión de los medios de comunicación, dos expertos afirman ante las risitas de los otros tertulianos que la invasión del país vecino fue ilegal, que nadie quiere llegar a ningún acuerdo con Rusia, que Kyiv no hará ninguna concesión de territorio, que la destrucción de infraestructuras es cruel y que el pueblo ucraniano no piensa rendirse por muy difícil que los hagan la vida. La reacción de gran parte de los presentes es socavar la credibilidad de los comentaristas que han subido la voz contra la guerra, acusándolos de querer protagonismo en la televisión y visiblemente nerviosos.
"No se rendirán. Han sobrevivido a Leningrado"
Al inicio del debate, el periodista sugiere que los "ucranianos querrán la paz cuando se queden sin luz", en referencia a los graves ataques contra las infraestructuras de energía y agua potable en el país vecino, ideados para llevar a la población al límite y forzar la rendición. El otro presentador añade que, si bien los ataques son eficientes en el sentido de dejar la ciudadanía sin calefacción antes del invierno, no funcionan "en el sentido de cambiar como piensan" sobre Rusia. Para el politólogo e historiador Aleksandr Sytin, "el problema es que se violó la ley internacional". Sin pelos en la lengua, el tertuliano carga contra la decisión de irrumpir en la "integridad territorial de una nación soberana": "Aquellas no eran fronteras rusas, y punto", asevera. De la misma manera, opina que las penurias por las cuales Rusia está haciendo pasar la población civil ucraniana solamente les reafirma en su soberanía y desprecio hacia los rusos. Si bien rechaza la tesis de Putin que sean la misma nación, reconoce que, como exsoviéticos, los ucranianos han vivido guerras peores: "No tiene sentido vaticinar la rendición del pueblo ucraniano para que se vean forzados a cocinar panceta con una vela. Son exsoviéticos. Han sobrevivido el asedio de Leningrado. Ni a ellos ni a nosotros nos podrán derrotar así". Es por eso que, de momento, "no hay ninguna señal que nadie quiera llegar a un acuerdo con Rusia de ninguna de las maneras". Que Ucrania ceda territorio "no solamente es imposible, sino que es inconcebible", asegura el experto.
"Eso es una guerra contra el pueblo"
El debate empieza a perder las formas cuando toma la palabra el sociólogo Alexei Roschin y muestra todavía más abiertamente su contrariedad a la guerra, sobre todo con respecto a la destrucción de infraestructuras. "Eso es crueldad y sadismo, una guerra contra civiles. Eso es una guerra contra el pueblo-", lanza el tertuliano antes de que el presentador lo interrumpa. Visiblemente nervioso, el periodista sugiere que Roschin está haciendo el ridículo y no recuerda cómo se tiene que comportar a la televisión porque hace temes que no aparece. ¡"Como ciudadano, soy responsable, pero no apruebo los bombardeos en las centrales nucleares"!, exclama el sociólogo, pero el presentador le vuelve a cortar y dice que "haremos ver que hemos escuchado el resto de tu manifiesto".