Los inspectores de hacienda del aeropuerto de Viracopos, en Brasil, han interceptado dos maletas, propiedad de Teodoro Nguema Obiang Mangue, Teodorín, el hijo del dictador guineano. En el interior de las dos maletas había dinero en efectivo, en dólares y en moneda brasileña, y un gran número de relojes de lujo. El valor de los relojes se elevaría a 14 millones de dólares. Uno solo de los relojes, forrado de diamantes, podría valer 3 millones y medio de dólares. El contenido de los dos equipajes se podría elevar a 16 millones de dólares. La comitiva de Teodorín se resistió durante mucho rato al registro de los dos equipajes, y no entregaron las llaves hasta que los inspectores de aduanas amenazaron con abrirlas por la fuerza.

Bienes incautats

Aunque Teodorín viaja con pasaporte diplomático y tiene inmunidad diplomática, las autoridades brasileñas argumentan que siempre se tiene que declarar la entrada de grandes cantidades de dinero. Teodorín no ha sido molestado, pero los relojes y el dinero podrían quedarse en Brasil, si la protesta diplomática que prepara la embajada guineana no prospera. Teodorín ha alegado que se trata, simplemente, de su colección personal de relojes. En realidad, en 1990, antes del descubrimiento del petróleo, cuando su país estaba sumido en la más absoluta miseria, Teodorín ya apareció en un documental comprándose en París un reloj que valía 128.000 francos franceses, un dineral en la época, pero una bagatela comparado con los relojes incautados en Brasil.

En Brasil, de fiesta

Teodorín, que es también vicepresidente de su país, había llegado a este aeropuerto procedente de Singapur, con once pasajeros más, en un Boeing 727-200, un avión que habitualmente tiene entre 267 y 364 plazas. Se trata de un avión de 2014 que había formado parte de la flota de la compañía guineana CEIBA y que desde el 2017 es propiedad del gobierno guineano y es usado con frecuencia para los viajes privados de la famlia presidencial. El vicepresidente no estaba en misión diplomática. Según fuentes oficiales ecuatoguineanas, Teodorín habría llegado al Brasil para recibir tratamiento médico, pero es probable que fuera con otros objetivos.

Se sabe que Teodorín ha mantenido muy buena relación con los ambientes de fiesta brasileños. En 2015 financió, con 3 millones de dólares, una de las principales escuelas de samba de Rio de Janeiro, la Beija Flor, lo que ya hizo que se abriera una investigación sobre su actuación, que no prosperó.

Foto: Instagram @teddynguema.

El heredero, o el "patrón"

Teodoro Nguema Obiang, conocido en Guinea Ecuatorial como "Teodorín" o "Patrón", es un personaje muy conocido en el país africano por sus excentricidades. Fue durante mucho de tiempo ministro de Bosques y Agricultura, aunque pasaba largas temporadas fuera del país. En Guinea es muy influyente, porque es el protegido de la "Primera Dama", la primera esposa del dictador, la temida Constancia Mangue. Además, dirige la organización juvenil del oficialista Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, la Asociación de Hijos de Obiang (ASHO). Es odiado por muchos de los miembros de la familia de Obiang, porque lo consideran un desequilibrado. Pero su padre no ha parado de promoverlo. Los inversores extranjeros temen que el ascenso al poder de Teodorín, en caso de muerte de Teodoro Obiang (de 76 años), provoque un descalabro en el país por sus excentricidades.

Teodorín prueba un submarino de bolsillo de su propiedad. Foto: Instagram @teddynguema.

Corrupción al máximo

Como funcionario público guineano, Teodoro Nguema Obiang nunca ha tenido un salario muy alto. Pero ya hace muchos años, cuando en Estados Unidos estalló el escándalo del Riggs Bank, en 2004, se hizo patente que la familia del dictador guineano se beneficiaba de los recursos públicos de su país. Teodorín, que era ministro de Bosques, ha sido acusado de extorsionar en las empresas forestales que trabajaban en su país. La familia de Obiang ha sido acusada, también, de participar en buena parte de las empresas semipúblicas que se benefician de las convocatorias del Estado. Ante la falta de transparencia del Estado guineano, se sospecha que los beneficios de los yacimientos de petróleo guineanos se dividen, básicamente, entre los miembros de la familia en el poder. Teodorín ha tenido diversos procesos por corrupción en el extranjero, muchos d elos cuales se han resuelto con costosos acuerdos financieros. Mientras tanto, en un país con un PIB bastante alto, equiparable al de algunos países europeos, no hay vacunas y  pocos ciudadanos tienen acceso al agua corriente.