Michael Cohen, exabogado de Donald Trump, ha declarado en el juicio contra el expresidente republicano por el caso Stormy Daniels. La defensa de Trump ha tratado de poner bastones en las ruedas para evitar al testimonio de Cohen, ya que este va acompañado de correos electrónicos, facturas e incluso una grabación de un audio del mismo Trump. El abogado ha sostenido que Trump quiso extorsionar a Daniels porque su affaire no impactas a la campaña electoral de 2016.

Quiero que se oculte hasta que pasen las elecciones (2016). Si gano, no tendrá relevancia porque ya seré presidente; si pierdo, ni siquiera me importará”, ha parafraseado Cohen en Trump. El abogado ha subrayado que la obsesión de Trump para silenciar a la intérprete de cine para adultos “era por la campaña, no por Melània (su mujer)”. Melania —que no ha acompañado al expresidente en ninguna jornada de este juicio— y Trump se conocieron en 1998, cuando él tenía 52 años y ella 28, y la pareja llegó al altar en el 2005, solo un año antes del supuesto resbalón con Daniels; una aventura que, en caso de comprobarse, habría pasado cuando ella estaba embarazada.

Un golpe para la campaña: rechazo de las mujeres

Cohen, condenado a tres años de prisión en el 2018 por financiación ilícita de la campaña presidencial republicana de dos años antes, ha definido como “catastrófica” la posibilidad de que la supuesta relación sexual entre Trump y Daniels saliera a la luz. “Las mujeres me odiarán… Los hombres pueden pensar que está bien, pero será un desastre para la campaña”, habría dicho Trump, según recuerda Cohen.

A fin de que su campaña no se viera afectada, Trump habría accedido a cerrar un acuerdo el año 2016 con el abogado de Daniels para tapar la historia por 130.000 dólares. Sin embargo, a pesar de la urgencia por el silencio de la actriz porno que tenía el republicano, la transferencia se demoraba constantemente. Tanto, que el equipo legal de la actriz porno empezaba a impacientarse, hasta el punto de amagar con publicar la historia al medio Daily Mail, de acuerdo con el letrado.

El expresidente, que incluso fanfarroneaba de su condición de “milmilonario”, evitaba el pago y este recayó entonces en Cohen, según su versión, que accedió a adelantar el dinero para después recibirlos a través de una empresa pantalla y bajo el falso concepto de servicios legales prestados a la Organización Trump.

A pesar de todo, Cohen ha recordado melancólicamente los diez años que trabajó para Trump. “Fue fantástico. Trabajar para él, especialmente durante estos 10 años, fue una experiencia increíble en muchos y muchos aspectos. Hubo momentos magníficos, hubo otros, no tan geniales, sin embargo, en su mayoría, disfruté de la responsabilidad que me dieron. Me gustó trabajar con mis compañeros de la Organización Trump, los chicos de Trump. Era una gran familia”, recopilación The Guardian.