Parece probable que Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, visite el viernes la Casa Blanca para firmar un acuerdo de minerales, según ha dicho Donald Trump, después de que el mismo Zelenski, rechazara los primeros intentos de los Estados Unidos de acosar los recursos de su país como pago inicial para continuar ayuda militar y económica para repeler las fuerzas rusas. El anuncio surgió después de días de tensas negociaciones entre los EE.UU. y Ucrania en que Zelenski alegaba que los EE.UU. lo estaban presionando para que firmara un acuerdo por valor de más de 476.000 millones de euros que obligaría A "10 generaciones" de ucranianos a pagarlo. También dijo que no contenía las disposiciones de seguridad que Kyiv necesitaba. Los detalles del acuerdo no han sido muy claros hasta este martes por la tarde. Los medios de comunicación han dicho que era más favorable para Ucrania que el acuerdo original propuesto por Washington, pero no incluyó referencias a las garantías de seguridad a largo plazo que quería Kyiv.
¿Por qué Trump pone el foco en minerales?
Los minerales críticos son los metales y otras materias primas necesarias para la producción de productos de alta tecnología, especialmente los asociados a la transición a la energía verde, pero también la electrónica de consumo, la infraestructura de inteligencia artificial y las armas. La prisa para hacer frente a la ruptura climática y alejarse de los combustibles fósiles ha provocado también prisa por los minerales de transición energética como el cobalto, el cobre, el litio y el níquel, que son útiles para la electrificación del transporte y la construcción de aerogeneradores. Los mismos minerales y otros también se utilizan para la fabricación de teléfonos móviles, centros de datos de IA y armas como los aviones de caza F-35, situándolos, en una gran demanda.
A medida que la economía y la tecnología del mundo se transforman, el valor de los minerales críticos se ha disparado y la competencia geopolítica para acceder aumenta. En el 2023, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) estimó que el mercado de los minerales de transición energética había llegado a los 386.000 millones de euros en el 2022, el doble de su valor cinco años antes. Y si los países implementan plenamente sus compromisos de energía limpia y clima, se espera que la demanda se duplique más que en el 2030 y se triplique en el 2040, dice la agencia.
¿Qué son las tierras raras que quiere Trump?
Los elementos de tierras raras (REE) son un subconjunto de 17 minerales críticos que son indispensables para teléfonos móviles, vehículos eléctricos, sistemas de guía de misiles y otras aplicaciones electrónicas, industriales y energéticas. A pesar de su nombre, la mayoría de elementos de tierras raras no son particularmente raros, pero su extracción y refinado es diabólicamente difícil, y muy destructivo por el medio ambiente, lo cual significa que la producción se concentra en muy pocos sitios, principalmente en China. Los REE incluyen el europio, utilizado en barras de control de centrales nucleares; disprosio, gadolinio y praseodimio, usados en los imanes del teléfono móvil; y gadolinio, holmio e iterbio, utilizados en láseres, entre otras cosas. Mongolia también es un país rico en tierras raras.
¿Qué tierras raras tiene Ucrania?
Un artículo de 2022 de la presidenta de la Asociación de Geólogos de Ucrania, Hanna Liventseva, afirmó que su país contenía en torno al 5% de los recursos minerales del mundo, aunque solo cubría el 0,4% de la superficie del planeta, gracias a una geología compleja que incluye los tres componentes principales de la corteza terrestre. Según los datos propios de Ucrania, citados por Reuters, el país tiene depósitos de 22 de los 34 minerales identificados como críticos por la UE, incluidas tierras raras como el lantano, el cerio, el neodimio, el erbio y el itrio.
Antes del estallido de la guerra con Rusia, Ucrania era un proveedor clave de titanio, produciendo en torno al 7% de la producción mundial en el 2019, según una investigación de la Comisión Europea. También reclamó 500.000 toneladas de reservas de litio y una quinta parte del grafito mundial, un componente crucial de las centrales nucleares. Sin embargo, con Rusia controlando aproximadamente una quinta parte del territorio de Ucrania, gran parte de estas reservas se han perdido. Según las estimaciones de los think tanks ucranianos citadas por Reuters, hasta un 40% de los recursos metálicos de Ucrania están bajo la ocupación. Las tropas rusas también ocupan al menos dos de los yacimientos de litio de Ucrania, uno en Donetsk y otro en Zaporiyia.
¿Por qué Trump quiere los minerales ucranianos?
Hay una gran razón por la cual Trump tiene tantas ganas de poner las manos sobre los minerales críticos de Ucrania: China. Más que nunca, la superpotencia asiática es la fábrica del mundo y eso quiere decir que, allí donde en el mundo se rompan minerales críticos del suelo, sigue siendo un punto crucial de la cadena de suministro. La mayor parte de la capacidad mundial de procesamiento de minerales críticos se encuentra en China. Según el IEA, la cuota de refinación de China es de aproximadamente el 35% para el níquel, el 50-70% para el litio y el cobalto y casi el 90% para los REE. Su dominio en este último, sobre todo, es abrumador. Según datos del USGS, el año 2024 China representaba casi la mitad de las reservas mundiales de REE.
Con Trump instigando de manera efectiva una guerra comercial con la China con su imposición de aranceles elevados en los productos chinos, el acceso de los EE.UU. en minerales críticos está potencialmente amenazado. Ahora, pues en el mundo se añade una nueva guerra, la de hacerse con esta riqueza mineral. Son los componentes básicos de la economía del futuro, y si los Estados Unidos no les ponen las manos, alguien más lo hará.