Los trabajadores de la fábrica de iPhone más grande del mundo, en la ciudad china de Zhengzhou, huyen de las instalaciones por un brote de covid, según han informado varios medios internacionales. En las redes sociales circulan decenas de vídeos que muestran cómo los trabajadores atraviesan carreteras y campos a pie para volver a sus casas, porque no hay transporte a causa del confinamiento en la ciudad.
Según informa The Wall Street Journal, centenares de miles de trabajadores de esta fábrica, perteneciente a la empresa taiwanesa Foxconn, han sido sometidos a un sistema de "circuito cerrado" por el cual sólo pueden ir de sus dormitorios hasta las líneas de producción. Se trata de un sistema de control que busca evitar extender los contagios al exterior y al mismo tiempo mantener la producción, y puede implicar la permanencia de los trabajadores en las instalaciones durante largos periodos.
El mismo medio explica que durante este confinamiento la distribución de la comida ha sido caótica y ha habido una falta de atención médica hacia los contagiados. También señala que algunos trabajadores "tienen demasiado miedo de infectarse para seguir trabajando". El miedo al contagio y el caos en la gestión del confinamiento impuesto en la fábrica serían los motivos por los cuales muchos trabajadores habrían decidido marcharse de las instalaciones.
La fábrica de Foxconn puede albergar hasta 350.000 trabajadores, pero se desconoce el número de trabajadores actuales o cuántos de ellos se han marchado. La fábrica no ha querido hacer público el número de trabajadores infectados y esta semana desmintió informaciones que afirmaban que había 20.000 contagiados. Según recogen varios medios, este domingo ha afirmado que no impedirá marcharse a las personas que no quieran permanecer en la fábrica.
La ciudad de Zhengzhou, de 10 millones de habitantes, hace dos semanas que está bajo confinamiento, según informa la agencia a Efe. El gobierno de la ciudad ha explicado a través de la red social Wechat que la empresa "organizará a los trabajadores para que se marchen en vehículos" y así se pueda garantizar "un retorno seguro en sus lugares de origen". Al mismo tiempo, ciudades próximas como Hehan, Yuzhou o Quinyang han emitido comunicados en los cuales piden a los trabajadores de Foxconn que avisen a las autoridades si llegan a los municipios a fin de que puedan tomar las medidas de aislamiento necesarias.
China no quiere abandonar política de covid cero
China todavía mantiene una política muy rígida con respecto a la covid, conocida como "covid cero", que consiste en aislar todos los contagiados y contactos estrechos, hacer testeos masivos, e imponer controles fronterizos y restricciones a la movilidad. Las autoridades sanitarias del país han reiterado recientemente que es la estrategia "más económica y científica" porque "detecta rápidamente nuevos contagios y contiene la propagación al menor coste y el antes posible".
Sin embargo, el país asiático se enfrenta a una contradicción. El gobierno rechaza rebajar las medidas de control, pero al mismo tiempo, las empresas tienen que convencer a los empleados de que el riesgo de ir a trabajar ante un posible brote no es tan grande.