Más de 5.000 personas han muerto y al menos 19.000 han resultado heridas en la serie de devastadores terremotos que han sacudido el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, y que ha dejado miles de edificios derruidos en los que se sigue buscando a supervivientes en medio de bajas temperaturas. Unas 8.000 personas han sido rescatadas en Turquía de entre los escombros de los miles de edificios que se desmoronaron en los dos fuertes temblores, uno de magnitud 7,7 y otro posterior de 7,6, informó el Gobierno, según recoge la agencia oficialista Anadolu.
🔴 Terremoto en Turquía y Siria: siguen las tareas de rescate | DIRECTO
Unas 25.000 personas, entre los que se cuentan soldados, participan en las labores de rescate, según Orhan Tatar, un alto cargo de la agencia nacional de emergencias, Afad, quien ha dicho que se han destinado 12,1 millones de euros en fondos urgentes para las diez provincias más afectadas. Además, docenas de países han comenzado ya a enviar a cientos de rescatistas y expertos en búsqueda de supervivientes.
Los problemas del frío y la nieve
La vicepresidencia ha indicado que más de 300.000 víctimas de los seísmos han sido alojadas en centros universitarios, refugios y residencias de estudiantes. Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate. Las autoridades locales han informado de cortes en el suministro de gas y electricidad en algunas zonas, y la empresa estatal de petróleo ha cortado el suministro de crudo hacia la región como "medida de precaución".
La guerra no se detiene
En Siria, inmersa una guerra civil desde hace más de una década, la información sobre víctimas proviene, por un lado, del Gobierno de Bachar al Asad y, por otro, del último enclave del país controlado por la oposición, rodeado por fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia. En la zona controlada por el régimen, las últimas cifras hablan de 593 muertos y 1.411 heridos, según la agencia SANA. En la provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor, y en otras partes de la vecina Alepo fuera del control de Damasco, se han contabilizado al menos 700 víctimas mortales y unos 2.000 heridos, según el grupo de rescatistas Cascos Blancos. Estas zonas opositoras, fronterizas con Turquía, se encuentran más cerca del epicentro, por lo que hay menor capacidad de coordinar el recuento, al no haber una única autoridad gubernamental a cargo de las operaciones de rescate.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha recordado que en estas áreas opositoras, "fuertemente" afectadas por el terremoto, residen 4,1 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, y que son en su mayoría mujeres y niños. Ese organismo ha explicado que la comunicación con terreno es difícil debido a las interrupciones "crónicas" en los servicios telefónicos y de internet, a lo que se suman informaciones sobre supuestos cortes de carretera en el noroeste de Siria, además de en territorio turco.
El Ministerio de Exteriores sirio ha pedido a la ONU, ONG y organizaciones gubernamentales que "apoyen" los esfuerzos del Gobierno para hacer frente a la "catástrofe humanitaria", según un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias, SANA.
Europa envía ayuda
Trece países de la Unión Europea (UE) ofrecieron este lunes equipos de búsqueda y rescate, a informado la Comisión Europea, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado que un total de 45 naciones han ofrecido ayuda. En varias de las diez provincias turcas más afectadas, se han producido cortes de gas y electricidad, y en algunos embalses han aparecido grietas, aunque las autoridades afirman que no hay daños estructurales.
La ayuda catalana
Por su parte, Catalunya también aporta su parte de ayuda; la ONG de rescate canino K9 de Creixell se prepara para partir hacia Turquía. En una entrevista en Catalunya Ràdio, el presidente y fundador de la entidad, Pere Frutos, ha explicado: "Nos marchamos hacia Turquía un equipo de la unidad con 20 perros. Tenemos que ayudar a que el número de víctimas no crezca mucho más".