El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, que permanecía detenido desde el pasado 15 de enero acusado de liderar una insurrección en el marco de la fallida declaración de ley marcial que decretó el pasado 3 de diciembre, ha sido liberado después de que un tribunal aceptara su petición de libertad. El Tribunal del Distrito Central de Seúl ha determinado que su arresto había excedido el periodo legal y que, por lo tanto, su detención se hizo fuera del plazo de procesamiento. El fallo judicial también puso en duda la legalidad del procedimiento realizado por la Fiscalía y la Oficina de Investigación de Delitos de Funcionarios de Alto Rango (CIO), al indicar que, al tratarse de entidades independientes, no tienen la facultad de transferirse o prolongar los plazos de detención sin una base legal que lo apoye, según la información recogida por la agencia local de noticias Yonhap.
La decisión, en manos del Tribunal
Ahora, después de la decisión del tribunal, Yoon Suk-yeol tendrá que enfrentar ya en libertad la resolución del Tribunal Constitucional sobre su juicio político después de su declaración de la ley marcial, que le costó la destitución solo 11 días después. La decisión, que determinará si su inhabilitación es definitiva o si, en cambio, es restituido en el poder, se sabrá en las próximas semanas. Aunque fue apartado de sus funciones, Yoon sigue ostentando el cargo mientras el tribunal máximo surcoreano revisa su caso. Yoon Suk-yeol fue detenido el mes de enero, convirtiéndose en el primer presidente del país asiático imputado por insurrección bajo detención y suspensión de funciones. Precisamente, este es el único delito por el que un mandatario surcoreano no disfruta de inmunidad.
La crisis política en Corea del Sur ha profundizado la polarización en el país, con multitudinarias manifestaciones a favor y en contra de Yoon que han continuado desde que se produjo su detención. Mientras sus partidarios exigen su restitución y defienden la ley marcial, la oposición y grupos progresistas piden que se confirme su destitución. La creciente tensión ha llevado a un fuerte despliegue policial en Seúl con el fin de evitar enfrentamientos entre detractores y partidarios del mandatario. El Constitucional surcoreano tiene hasta junio para decidir si confirma la destitución, aunque se espera un fallo antes de abril, a causa de la inminente expiración del mandato de dos de sus ocho magistrados el día 18 de este mes. No obstante, los medios locales especulan que la sentencia podría conocerse a mediados de marzo. Si el tribunal acaba ratificando la destitución de Yoon, el país tendrá que convocar elecciones presidenciales anticipadas 60 días después del veredicto.