La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Rumania ha estado marcada por el sorprendente resultado de Calin Georgescu. El político de extrema derecha no estaba en el radar de las encuestas, ni siquiera participó en los grandes debates televisivos que precedieron los comicios. Sin embargo, actualmente, lidera la carrera presidencial en Rumania. De extrema derecha, prorruso y anti-OTAN, Georgescu ha construido su base de seguidores a través de las redes sociales y fuera del radar de los espacios tradicionales por las campañas electorales, con aparentes buenos resultados hasta ahora.
Georgescu, de 62 años, ha transformado el 6% que le daban las encuestas en una rotunda victoria con el 23% de los votos, superando incluso al actual primer ministro, Marcel Ciolacu. Gran parte de este apoyo lo ha conseguido con su gran éxito en las redes sociales, el cual ha sabido encaminar para presentarse como candidato presidencial. Georgescu se ha convertido en los últimos años en una estrella de la extrema derecha en Tiktok, donde cuenta con casi 300.000 seguidores y sus vídeos llegan a millones de visualizaciones.
El estrellado en Tiktok, parte de su éxito
Según analiza Politico, los clips de Georgescu que se hicieron virales, a menudo están producidos con el estilo subversivo y populista del polémico influencer Andrew Tate, acompañados de música dramática y subtítulos. Su estrategia digital ha desconcertado a los analistas políticos, que debaten si su repentino éxito es debido al descontento de los votantes por la alta inflación, la desinformación, o incluso una posible injerencia rusa, dado su conocido apoyo al presidente ruso, Vladímir Putin, y sus críticas a la OTAN y la UE.
Una investigación de dos portales informativos rumanos, Info Sud-Est y G4Media.ro, señalan que TikTok quedó inundada con etiquetas referidas a su candidatura y que en una semana las visualizaciones de sus mensajes se dispararon un 60%.
Su retórica es grandilocuente y exagerada, hasta el punto que durante la campaña se ha presentado como un "enviado" de Dios y no como un candidato. Si bien eso ha dejado estupefactos en buena parte de los rumanos, un significativo 23% lo han escogido. Algunos de sus críticos señalan que su posible victoria es una victoria de Moscú. Históricamente, Rumania era uno de los países postsoviéticos que más lejos de la influencia del Kremlin se había mantenido. Sin embargo, este giro en la política rumana abre la puerta a un futuro muy diferente.