Tres semanas después de las elecciones presidenciales ganadas por Joe Biden, el presidente saliente, Donald Trump, ha levantado el bloqueo en el que había instalado a su Gobierno y ha autorizado el inicio de la transferencia del poder a los demócratas.
Pese a que sigue sin reconocer abiertamente la victoria de Biden, denunciando sin pruebas un fraude en su contra, la luz verde a la transición es lo más cercano que ha estado Trump de la concesión en las últimas tres semanas.
Con este reconocimiento a medias ha llegado la certificación por parte de la Administración General de Servicios (GSA, en inglés) de la aparente victoria de Biden, un trámite necesario para iniciar la transición, y el anuncio del presidente electo de que en breves empezarán las reuniones con los funcionarios de Trump.
Tres semanas sin admitir la derrota
"Quiero agradecer a Emily Murphy en la GSA su firme dedicación y lealtad a nuestro país. Ha sido acosada, amenazada y objeto de abusos -y no quiero ver que esto le pasa a ella, su familia o a empleados de GSA-. Nuestro caso continúa FUERTE, seguiremos la buena lucha y creo que prevaleceremos", ha tuiteado Trump.
"Sin embargo -ha seguido-, en el mejor interés de nuestro país, recomiendo que Emily y su equipo hagan lo que tengan que hacer respecto a los protocolos iniciales, y le he dicho a mi equipo que haga lo mismo".
Con estos tuits ha parecido que Trump ha arrojado la toalla después de tres semanas de no admisión de la derrota, bloqueo, propagación de teorías conspirativas, batalla legal infructuosa e incluso triquiñuelas para alterar el resultado.
Empieza la transición
En paralelo a los mensajes del presidente se ha conocido la carta que Murphy ha hecho llegar a Biden para comunicarle el inicio formal del proceso de transición, lo que tiene que evitar una temida transferencia de poder caótica.
"Me tomo este trabajo en serio y, los acontecimientos recientes que han implicado cuestiones legales y certificaciones de los resultados de las elecciones, le transmito esta carta hoy para hacer que esos recursos y servicios estén disponibles para usted", ha dicho Murphy en la carta a Biden.
El equipo de Biden
"En los próximos días, los funcionarios de transición comenzarán a reunirse con funcionarios federales para discutir la respuesta a la pandemia, tener una explicación completa de nuestros intereses de seguridad nacional", ha dicho en un comunicado el director ejecutivo del equipo de transición de Biden, Yohannes Abraham.
El funcionario demócrata también ha dicho que en esas reuniones buscarán "obtener una plena comprensión de los esfuerzos de la Administración Trump de vaciar las agencias gubernamentales".
Abraham ha constatado que la decisión de la GSA "proporciona a la administración entrante los recursos y el apoyo necesarios para llevar a cabo una transferencia de poder sin problemas y pacífica".
"La decisión de hoy es un paso necesario para comenzar a abordar los desafíos que enfrenta nuestra nación, incluido el control de la pandemia y la recuperación de nuestra economía. Esta decisión final es una acción administrativa definitiva para comenzar formalmente el proceso de transición con las agencias federales", ha enfatizado.
Pese a carecer hasta ahora de los recursos gubernamentales para trabajar en la transición de poder, el equipo de Biden había empezado ya a trazar una estrategia propia frente a la pandemia de la Covid-19 y a formar su futuro Gabinete con varios nombramientos.
Este mismo lunes ha anunciado a Antony Blinken como su secretario de Estado; a Alejandro Mayorkas como secretario de Seguridad Nacional; a Linda Thomas-Greenfield como embajadora ante la ONU; y al exsecretario John Kerry como enviado presidencial para el Clima. Además se da por hecho el nombramiento de la antigua responsable de la Reserva Federal (Fed) Janet Yellen como futura secretaria del Tesoro.