El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este jueves la imposición de "aranceles recíprocos" a los países que gravan productos norteamericanos con el objetivo de igualar las tarifas que estas naciones aplican en las exportaciones de los EE.UU. La medida afectará especialmente a la Unión Europea (UE), ya que Trump considera el IVA como una barrera a la comercialización de sus productos. "He decidido que, por razones de justicia, impondré aranceles recíprocos, lo que quiere decir que aquello que un país hace pagar a los EE.UU., nosotros les cobraremos lo mismo, ni más ni menos.", ha declarado Trump a la prensa en el Despacho Oval antes de firmar un memorándum con esta orden.
"Tres grandes semanas, quizás las mejores que se han visto nunca, pero hoy es el gran día: ¡aranceles recíprocos! Hagamos que America vuelva a ser grande", ha publicado Trump en las redes sociales este jueves por la mañana en un mensaje escrito en letras mayúsculas en que avisaba de un nuevo movimiento de su Administración. Sin embargo, los aranceles no entrarán en funcionamiento de forma inmediata, con el objetivo de dejar margen a los países afectados para negociar nuevas condiciones comerciales con los EE.UU., según ha informado un funcionario de la Casa Blanca este jueves.
Por qué la Unión Europea será la gran perjudicada
Hasta el momento, Trump había anunciado aranceles contra China, Canadá y México —estos dos últimos se mantienen suspendidos—, pero con los aranceles recíprocos va un paso más allá y se centra en los aliados comerciales de los EE.UU., que incluyen los países mencionados, Japón, Corea del Sur y varios países europeos. A lo largo de la campaña, Trump insistió en la idea de que el país sufría un déficit comercial a causa de prácticas de comercio desleales que han afectado la exportación de los productos norteamericanos. El documento firmado por Trump este jueves se centra en dos aspectos que, según él, han generado un trato "injusto" para los EE.UU. en el comercio internacional: los aranceles impuestos por otros países en las exportaciones norteamericanas y las llamadas "barreras no arancelarias", que van desde regulaciones hasta tasas por el cambio de moneda.
Es a causa de este segundo punto que se espera que el impacto de los aranceles sea especialmente grave en la relación comercial con la UE. El impuesto sobre el valor añadido (IVA) que se aplica a la venta de todos los productos es considerado por la Administración Trump como una barrera añadida que "triplica" el precio de los bienes estadounidenses en el mercado europeo. "Hay una razón por la cual Alemania vende más coches que los que nosotros les vendemos, y no es por la calidad de la manufactura ni el diseño norteamericano. Es simplemente por prácticas comerciales desleales, y esto es letal. Es un arancel oculto", ha señalado el mandatario.
Antes de poner en marcha los aranceles, Trump ha encargado a su equipo de comercio que analice, en los próximos 180 días, las relaciones comerciales actuales de los EE.UU. con cada país y establezca si hay que hacer "correcciones" para garantizar una relación recíproca, según se recoge en el memorándum. En paralelo, ha encargado un informe sobre el impacto fiscal que tendría para el país imponer estos nuevos aranceles.