El accidente entre un helicóptero militar y un avión comercial que ha conmocionado a Estados Unidos ha llevado al presidente del país, Donald Trump, a acusar a los exmandatarios Barack Obama y Joe Biden por los estándares que establecieron a la hora de contratar a controladores aéreos. El republicano ha criticado a los expresidentes demócratas haciendo hincapié en los programas implementados por ambos para promover la diversidad dentro de este sector. El magnate ha asegurado que "la Administración Federal de Aviación (FAA) ha estado contratando a trabajadores con discapacidades intelectuales graves, problemas psiquiátricos y otras enfermedades mentales y físicas en una iniciativa de diversidad e inclusión".

El magnate considera que para una tarea tan importante como la que realizan los controladores aéreos se necesita a "alguien intelectualmente superior". En este sentido, Trump ha ordenado ya el desmantelamiento de los programas de diversidad, equidad e inclusión del Partido Demócrata mediante una de las órdenes ejecutivas que ha firmado desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero. Para el presidente, el accidente ha sido el resultado de una "confluencia de malas decisiones" y ha cuestionado la trayectoria del helicóptero y el hecho de que se encontrara a la misma altura que el avión comercial, pese a que las condiciones de vuelo eran óptimas, con un cielo despejado y sin fuertes vientos. Además, el republicano ha anunciado el nombramiento inmediato de Chris Rocheleau, un veterano con 22 años de experiencia en la FAA, como nuevo administrador del organismo. Rocheleau deberá ser confirmado por el Senado, de mayoría republicana, antes de asumir su cargo.

Trump ha descrito las últimas horas vividas en la capital tras el accidente como una "noche oscura y extenuante (...) una tragedia de proporciones terribles". En una comparecencia celebrada este jueves en la sala de prensa de la Casa Blanca, el republicano ha expresado que "como nación, lloramos por cada alma preciosa que nos ha sido arrebatada". Al entrar en la cámara, llena de periodistas, el mandatario pidió guardar un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas y afirmó que Estados Unidos atraviesa horas de "angustia". "Somos una sola familia y hoy todos estamos con el corazón roto (...) estamos abrumados por el dolor de tantos que han muerto trágicamente y ya no estarán con nosotros" ha dicho.