Donald Trump y su equipo han apostado por que el primer día del segundo mandato del republicano esté marcado por la cantidad, por ello el nuevo presidente de Estados Unidos (EE.UU.) firmó una cincuentena de decretos y órdenes ejecutiva. Desde la salida del país de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a deportaciones masivas, pasando por el indulto de los asaltantes del Capitolio y el de TikTok. Entre esta amalgama de medidas, que buscan marcar el perfil del nuevo gobierno del magnate, hay algunas muy llamativas, por ejemplo, aquellas que suponen un cambio en la toponimia del país. Trump renombra algunos de los accidentes geográficos más importantes del país. Por una parte, el golfo de México como golfo de América, medida que llevaba días anunciando. Por otra, la montaña más alta del país, que pasará de Denali a McKinley. ¿Por qué esta montaña de Alaska está en el punto de mira de Trump?

La montaña Denali es la más alta de toda América del Norte, con poco más de 6.000 metros de altitud. Esta formación rocosa se alza al sur de Alaska y es todo un reto para montañistas experimentados de todo el mundo. Durante años, la montaña se llamaba Monte McKinley, pero en 2015 el expresidente Barack Obama le cambió el nombre por el de Denali, que significa "la grande" en la lengua de los indígenas de la zona. El cambio de nombre fue fruto de años de activismo y protesta de los nativos americanos, haciéndose la primera petición desde el gobierno de Alaska en el año 1975. Ahora, Trump devuelve el nombre que los habitantes de la zona no quieren.

Trump justifica el cambio de nombre de los dos accidentes geográficos para honrar la "grandeza americana", según publica The New York Post. En el caso del golfo de México, se deduce que la rivalidad con el país vecino y el choque de políticas migratorias y de asilo pueden motivar su decisión. Pero, ¿por qué volver a un nombre que rechazan los propios habitantes de la zona? Por la admiración de Trump hacia el expresidente estadounidense en cuyo honor se bautizó la montaña: William McKinley.

William McKinley, 25.º presidente de EE.UU.

"Devolveremos el nombre de un gran presidente, William McKinley, al Monte McKinley, donde pertenece", ha celebrado Trump, quien ha reconocido que admira al 25.º presidente de su país por su apuesta por los aranceles, en la que se ve reflejado. El legado de McKinley está marcado por una buena época económica, pero también por la presión política del Ejecutivo sobre los demás poderes del todavía joven país.

McKinley mantuvo un marcado carácter autoritario, que llegó a rozar posturas antidemocráticas. Para defender sus políticas y atacar a sus rivales, a menudo recurría a la prensa sensacionalista, que se convirtió en una gran aliada para él. En cuanto a su política internacional, tuvo un marcado carácter expansionista; de hecho, bajo su mandato, EE.UU. se anexionaron el archipiélago de Hawái. Antes de su reelección, fue asesinado de un disparo por el anarquista Leon Czolgosz.